Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Para Lerwin Toncel, los jóvenes contadores necesitan una formación integral y no por necesidad sino por obligatoriedad.
Por otro lado, los avances tecnológicos han obligado a que la profesión contable se desplace de lo operativo a lo administrativo.
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El futuro para los jóvenes en la contaduría pública se ve prometedor para este 2023. La contaduría pública en Colombia es un campo con muchas oportunidades y una gran demanda de profesionales.
Cabe recordar que, los contadores públicos están en alta demanda para ayudar a las empresas a asegurar que sus finanzas estén bien administradas. Esto significa que los contadores públicos tendrán una variedad de opciones para trabajo en el futuro, y también tendrán la oportunidad de desarrollar sus destrezas y habilidades en un entorno dinámico.
El contador público, Lerwin Toncel opina sobre el futuro de los jóvenes contadores para este nuevo año 2023 y como la contaduría pública puede forjar mayor demanda de contadores públicos que sean capaces de ayudar a las empresas a controlar sus finanzas.
Toncel afirma que el futuro de la profesión contable tiene un espacio de análisis muy interesante, dado que los avances tecnológicos han obligado a que el profesional de la contaduría pública se desplace de lo operativo a lo administrativo.
Además, dice que:
La profesión contable, pasará de digitar a auditar lo digitado por los programas y así mismo el apoyo a la toma de decisiones, donde está la necesidad de una formación más integral en nosotros los profesionales jóvenes en áreas como las finanzas y la tributación, dos muy necesarias para apoyar la toma de las decisiones de las organizaciones y el cumplimiento de cada reforma que se viene presentando en la actualidad en nuestro país, así como el reforzar las habilidades tecnológicas.
En este punto, el contador público brindó su criterio basado en su experiencia como docente de contaduría pública y su relacionamiento con el estudiantado.
Hay un miedo y mal mito a que la profesión se extinga debido a los avances tecnológicos, implementación de sistemas y softwares electrónicos, declaraciones tributarias sugeridas y enviadas al contribuyente por la administración, el aspirante al no sentir una estabilidad en el futuro o alguna opción de empleabilidad toma la decisión de no inscribirse o no continuar con su proceso de formación.
Lerwin Toncel también se refirió al tema de remuneración de los contadores públicos en Colombia.
Por otro lado, lastimosamente muchos jóvenes en formación se han dado cuenta de la remuneración que reciben en la actualidad muchos colegas y no ven en los honorarios a recibir un beneficio adecuado al esfuerzo, responsabilidad y nivel de formación, especialidad y solución que puedan brindarles a sus clientes, uno que otro cobra muchísimo menos a lo ofertado por ti y se quedan con quien ofrece un menor valor sin evaluar capacidad o habilidades sobre el tema que esperar recibir orientación.
Toncel dice que el contador público de la actualidad para ser competente necesita una formación integral y no por necesidad, sino por obligatoriedad, de lo contrario lo podría llegar a ser sancionado por algún ente de nuestras funciones cotidianas.
El especialista en docencia universitaria también se atreve a mencionar algunas especialidades que los jóvenes contadores públicos deberían estudiar.
Si nos centramos en unas áreas especiales les recomendaría la tributación por los múltiples cambios que se vienen presentando, las finanzas como apoyo a la toma de decisiones y flujos de las organizaciones y un campo muy poco explorado, pero muy bonito e interesante como la auditoría forense como apoyo a la toma de decisiones de Jueces de la República en situaciones de lavado de activos.
Lerwin Toncel también menciona en este punto, la importancia que los jóvenes contadores públicos puedan especializarse en áreas que los apasionen y que tengan habilidades para estas.
La recomendación para el momento de tomar la decisión es considerar si va sobre el área que me apasiona y en que mejor me desenvuelva o haya tenido mayor cercanía en el proceso de formación, porque eso de hacer a diario algo que no me apasiona solo por el factor económico sí que es muy aburrido.
En este punto, el especialista en revisoría fiscal y auditoría forense dice que la tecnología ha hecho que los contadores pueden hacer su trabajo de manera más eficiente y con menos errores.
La tecnología y su aplicación a nuestra profesión es un gran acierto y ayuda para nosotros los profesionales de la contaduría, además de facilitar muchas operaciones y de trasladar labores operativas a administrativas.
Además, agrega que la tecnología también permite a los contadores acceder a la información de manera más rápida y eficiente.
La tecnología aporta a la disminución de riesgos de inexactitudes, bien sea las declaraciones sugeridas, las contabilizaciones automatizadas y demás procesos que en la actualidad brindan simplicidad a la operación contable, de ahí la importancia de mantener las habilidades cercanas a la tecnología en el profesional para que logremos sacar el máximo provecho que nos brindan las herramientas ofimáticas, plataformas y programas a diario.
El especialista en gestión tributaria finalmente brinda una serie de recomendaciones para los jóvenes contadores públicos y realiza una crítica a las escuelas de formación de la profesión contable.
Mi primera recomendación es perder el miedo, muchos colegas recién egresados sienten mucho miedo a iniciar o a cometer errores, ya que del proceso de formación quedaron muchos vacíos, una debilidad que en la actualidad tienen muchas instituciones de formación, las habilidades con que están siendo egresados muchos colegas no son suficientes y eso, por un lado, está llevando a que profesionales titulados prefieran optar por otras ocupaciones a ejercer su profesión.
El profesional en contaduría pública concluye diciendo que:
Tener un mentor que apoye esos vacíos que quedaron de la universidad y ayude a fortalecer muchas habilidades que no se conocen en los procesos de formación sino en la práctica, un mentor que fortalezca ese crecimiento es un valor agregado que debemos tener los jóvenes profesionales.
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