Mauricio Santamaría tiene claro que es muy difícil pensionarse en Colombia, dadas las características del sistema pensional.
Manifiesta que tenemos baja cobertura, subsidios mal focalizados y un sistema pensional que nos cuesta 75 billones de pesos al año.
Entérate de otras consideraciones al respecto.
Mauricio Santamaría, presidente del Centro de Estudios Económicos Anif, afirma en diálogo con Actualícese que no se trata únicamente de discutir y realizar una reforma pensional en Colombia, sino de modificar todo el esquema de protección a la vejez.
Las pensiones existen para proteger a las personas en la vejez, cuando estas llegan a una etapa donde tienen dificultades de generar ingresos propios.
Santamaría explica que es muy difícil pensionarse en Colombia, dadas las características del sistema pensional. Los subsidios otorgados por parte del régimen de prima medio o del régimen público hacen que el sistema sea regresivo.
Estos subsidios van a parar a manos de las personas más ricas, no para quienes sí los necesitan. El 75 % de estos subsidios llegan a las manos equivocadas.
Para este economista y exministro de Protección Social, el sistema pensional tiene tres características muy negativas que se deben atacar. «Tenemos baja cobertura, subsidios mal focalizados y un sistema pensional que nos cuesta 75 billones de pesos al año», indica.
Para que exista una mayor cobertura, explica, debe haber un pilar solidario de manera que se les entregue a todas las personas con 65 años que estén en condición de pobreza una suma superior a lo que se les entrega hoy a través del programa Colombia Mayor ($80.000). Este beneficio se podría incrementar en una suma de entre $320.000 y $330.000.
«También pensamos que se debe acabar con la perversa competencia que hay entre el régimen público y el privado de pensiones. No pueden existir dos regímenes que compitan entre sí», afirma.
Lo que se debe generar es un sistema que no les otorgue beneficios a los ricos como lo hace actualmente el régimen de prima media. La propuesta es que, dentro de un mismo sistema, en el que las personas reciben una pensión por lo que ahorran, haya una competencia entre los fondos públicos y los privados, pero no dos sistemas diferentes que compitan entre sí.
De la mano de las propuestas expuestas anteriormente, se podría presentar un ahorro de dinero importante al año, unos 4 puntos del PIB, que se podrían utilizar en salud y educación, pero sobre todo nos llevaría a que las pensiones sean justas.
Las personas recibirían una pensión por lo que ahorran y los ricos no recibirían subsidios del Estado que pagamos los colombianos a través de impuestos.
En un reciente análisis, la entidad recordó que se debe entender que el régimen de prima media está diseñado para que las mesadas de las personas que cumplen los requisitos para pensionarse actualmente se financien con los aportes de los cotizantes actuales. “En términos simples, los jóvenes financian las pensiones de los más viejos”.
Sin embargo, eso supone un problema estructural adicional, ya que el sistema fue diseñado cuando la pirámide poblacional en Colombia permitía concebir un régimen de ese estilo, es decir, en el que la base de aportantes (jóvenes) era mucho más amplia que el número de adultos mayores.
La pirámide ha cambiado con el paso de los años, haciendo que la base de cotizantes se vuelva insuficiente a futuro para cubrir las mesadas de todas las personas que se pensionarán. Si se analiza la pirámide teniendo en cuenta la población que únicamente cotiza, encontramos que desde sus inicios el RPM estaba destinado a fracasar, pues la base de aportantes no era tan amplia como se esperaba debido a la baja proporción de cotizantes.