La mesada pensional propuesta por Gustavo Petro generaría, según Anif, un impacto fiscal sin precedentes para el país de más de 580 billones de pesos en valores presentes netos en 35 años.
Se debe corregir la mala focalización de los subsidios del régimen público y dirigirlos a la población de menores ingresos.
La manera de implementar la propuesta de la pensión universal del presidente Gustavo Petro y de financiar una mesada pensional no es conveniente ni adecuada. Así lo analiza el Centro de Estudios Económicos Anif en su comentario económico ¿Cuál es la verdadera discusión sobre las pensiones?
Desde el punto de vista de la entidad, la propuesta del Gobierno generaría un impacto fiscal sin precedentes para el país de más de 580 billones de pesos en valores presentes netos en 35 años:
De no llevar a cabo una reforma estructural que realmente solucione los problemas de fondo del sistema pensional, empeorará la alta desigualdad de ingresos que ya existe en Colombia, se continuarán debilitando las finanzas públicas y aumentará el déficit fiscal y la deuda.
Adicionalmente, se debe adelantar una reforma pensional estructural que busque primero resolver los problemas de fondo del sistema pensional.
Desde el punto de vista de Anif, sí se les debe brindar una mesada mínima a los adultos mayores en condición de pobreza, pero de forma sostenible, acorde con la realidad fiscal del país y solucionando primero los problemas de fondo del RPM y del sistema pensional en su conjunto.
La propuesta de la entidad tiene dos enfoques. Primero, introducir una transferencia mínima para los 3,4 millones de adultos mayores en condición de pobreza y pobreza extrema.
De la mano de lo anterior, un esquema novedoso de incentivos al ahorro, en el que el Gobierno aporta un porcentaje adicional según el ahorro de las personas, fortaleciendo y ampliando programas ya existentes como los beneficios económicos periódicos –BEPS– y Colombia Mayor.
Explica la entidad:
La transferencia mínima sería financiada con recursos del Fondo de Solidaridad Pensional o directamente con recursos del PGN a todos los adultos mayores de 65 años que se encuentran en situación de pobreza o pobreza extrema, igual a $161 pesos, asegurándoles un ingreso durante su vejez.
De esta forma se incluirían a aquellos que históricamente han estado excluidos de la protección social (personas con ingresos menores al salario mínimo, informales), pero teniendo en cuenta la realidad fiscal del país.
El segundo enfoque de la propuesta busca resolver el problema de la mala focalización de los subsidios del régimen de prima media, garantizando que se dirijan a la población de menores ingresos por medio de una nueva estructura de la tasa de reemplazo más progresiva.
Se explica en el análisis:
La propuesta de una tasa de reemplazo progresiva es alta para los primeros tramos (menores ingresos), donde se concentra la mayor parte de la población, y baja en los tramos correspondientes a los mayores ingresos.
Lo anterior quiere decir que la nueva estructura progresiva mantendría los subsidios implícitos pensionales en las personas de bajos ingresos, pero los eliminaría en las mesadas altas.
Concluye Anif:
Con eso, esperamos dar insumos para resolver el problema de cobertura, equidad y, a su vez, sostenibilidad del sistema. A diferencia de la propuesta del gobierno, la que proponemos genera un ahorro en el largo plazo que puede llegar a representar $14 billones de pesos anuales.