Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Un modelo de cumplimiento tributario cooperativo reduce el nivel de incertidumbre tanto para los contribuyentes como para las administraciones tributarias.
Tres características tienen en común estos programas: la posibilidad de evaluar los riesgos, de trabajar en tiempo real y el entendimiento mutuo.
La recaudación tributaria en América Latina y el Caribe es todo un desafío para los gobiernos. Los índices de evasión siguen siendo significativos a pesar de grandes esfuerzos por parte de administraciones tributarias en el fortalecimiento de sus capacidades. Para afrontar lo anterior existe el modelo de cumplimiento tributario cooperativo.
Datos de 2020 de la Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe –CEPAL– muestran que los ingresos no recaudados para el año 2018 ascendían al 6,1 % del PIB regional.
El porcentaje de evasión del impuesto de renta para personas naturales y jurídicas continúa siendo alto con un 3,8 %, así como el porcentaje de evasión del IVA.
Para resolver este problema, muchos países están adoptando programas de cumplimiento tributario cooperativo. El Centro Interamericano de Administraciones Tributarias –CIAT– explica en su blog los avances, beneficios y desafíos de estos programas.
Desde mediados de los años 2000 algunos países empezaron a diseñar e implementar modelos de cumplimiento tributario cooperativo, cuyo objetivo es reducir el nivel de incertidumbre tanto para los contribuyentes como para las administraciones tributarias. Según explica el CIAT:
El modelo se apoya en una relación horizontal basada en la cooperación que garantiza el cumplimiento tributario de forma precisa y en el momento adecuado, lo que a su vez evita contingencias y disputas legales. Este modelo se distingue del planteamiento de una relación básica basada en una obligación, que es el modelo vertical.
De acuerdo con la entidad, el modelo de cumplimiento tributario cooperativo busca alcanzar mejoras significativas en el nivel de transparencia mutua y en el nivel de cumplimiento voluntario, teniendo como objetivo reducir los costos de cumplimiento y/o de administración, y en lo posible prevenir controversias en la relación jurídico-tributaria.
Es decir, el concepto de cumplimiento cooperativo se desarrolló como una forma de conciliar las mejoras en el cumplimiento tributario con un buen entorno empresarial como un elemento de una estrategia de cumplimiento general. Es la seguridad a cambio de la transparencia.
El impacto de modelos y programas de cumplimiento cooperativo ha sido diverso según cada país. Mientras para unos fue considerado un cambio radical, para otros fue una modificación de los ya implementados. Países como Reino Unido y Holanda fueron pioneros en implementar estos modelos.
En algunos países el modelo de cumplimiento cooperativo se ha concentrado en los principales contribuyentes, especialmente los grandes, a quienes corresponde un porcentaje grande del recaudo, y en otros se ha incluido también medianos y pequeños, pero en ambos casos se considera un método alternativo para asegurar un nivel de cumplimiento tributario.
Hoy, alrededor de 30 países cuentan con modelos de cumplimiento cooperativo, destacándose algunos países europeos por sus avances y logros, como: Dinamarca, Finlandia, Holanda, Noruega, Suecia y Reino Unido.En América Latina y el Caribe se vienen dando los primeros pasos sobre este tema. Se destaca Brasil, uno de los primeros países en desarrollar un programa a nivel federal de cumplimiento cooperativo, el cual acompaña iniciativas de cumplimiento cooperativo de diversos estados brasileños.
Aunque no existen modelos de cumplimiento cooperativo universales, un análisis de la experiencia de diferentes países demuestra tres características en común: la posibilidad de evaluar los riesgos, de trabajar en tiempo real y el entendimiento mutuo.
Sobre la evaluación de riesgos, el modelo facilita la determinación de cuáles contribuyentes requieren mayor o menor seguimiento. «El trabajar en tiempo real elimina la necesidad de tener que esperar a la declaración de impuestos que necesita ser auditada y que puede generar litigios fiscales», explica CIAT.
Para el entendimiento mutuo, las administraciones tributarias deben colocar a funcionarios altamente calificados en estos programas de cumplimiento, tomando en cuenta los tipos de negocios y la realidad comercial de contribuyentes específicos:
Solo de esta manera podrán comprender las necesidades y desafíos de dichos contribuyentes, fomentando así no solo el entendimiento entre las partes, sino la seguridad. De forma paralela, los contribuyentes deben ser transparentes en sus actividades.
Además, la experiencia de los países también indica que la implementación de modelos exitosos de cumplimiento fiscal cooperativo demanda elementos como: un plan, claridad, cambio legislativo, formalidad, participación voluntaria e inclusividad.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
