Paola Rojas explica que realizar un diagnóstico de la empresa para la cual trabajará el contador es fundamental para establecer honorarios.
Las áreas de la empresa deben ser analizadas, así como la capacidad económica que tiene el cliente.
Atentos a las recomendaciones que ella da a continuación.
Estamos a una semana de celebrar el Día del Contador Público Colombiano y como ya es costumbre comenzamos con nuestra celebración una semana antes. Este año nuestro tema central será los honorarios del contador público, sinónimo de polémica, opiniones y consejos.
Paola Andrea Rojas, contadora pública especialista en Gerencia Tributaria, socia de la empresa Conafi SAS, con conocimientos y experiencia en implementación y capacitación de sistemas informáticos, entrega una serie de recomendaciones para que los contadores públicos establezcan sus honorarios.
A la hora de calcular los honorarios se puede partir de lo que ella llama «perfilamiento del cliente»:Realizamos un diagnóstico del estado de la empresa, el cual consiste en evaluar unos componentes de distintas áreas de la compañía, dónde proporciono un puntaje de 1 a 5, dónde 1 significa que el cliente no cumple con nada y 5 que cumple con todo lo básico que debe tener una empresa.
Con cada ítem se va evaluando cómo está la empresa en sus diversas áreas. Por ejemplo, en el área de talento humano: observar si se cumple con temas de contratos de los empleados, si están o no afiliados a seguridad social, si están al día en los pagos de seguridad social y prestaciones.
En otra área como la contable: se revisa si tiene o no sistema contable, si está el manual de políticas contables, ya que algunos empresarios no cuentan con el mismo, si cumple o no con los documentos electrónicos;
Así mismo a través de diversas áreas que son vitales para realizar esta evaluación inicial.
Con el resultado de esta se revisa la complejidad del cliente y se determina el trabajo a realizar, de acuerdo con el conjunto de actividades, y se realiza el estimado en número de horas que requiere este cliente en el mes; así establezco la tarifa respectiva, ya teniendo el valor de mi hora.
Rojas comenta que ella hace un estimado del valor de salario que debe tener de acuerdo a su experiencia, estudio, sumándole un factor prestacional y los respectivos aportes a salud, pensión y riesgos profesionales, dividido entre el número de horas que realmente trabajó en el mes.
Ojo, no las horas normales de un empleado tiempo completo, sino las que usted realmente considere productivas dentro de su mes.
También se debe tener en cuenta la capacidad económica de este nuevo cliente, el sector económico en el que se encuentra, ya que en algunos se requieren informes adicionales especiales, lo que se debe pactar por aparte al igual que la información exógena.
Dice que no es lo mismo pedirle a un cliente que vende $100.000.000 en un año unos honorarios de un salario mínimo, que hacer esta misma petición a quien vende $500.000.000 en un año.
Siendo un cliente pequeño, con poca capacidad y pocas responsabilidades, dentro de las que no se encuentra digitar información, no debería estar por debajo de medio salario mínimo, que es un poco más de lo que vale una sanción mínima.
A medida que aumente su capacidad irán aumentando sus responsabilidades, así también se debe ir evaluando un reajuste de honorarios.
Cuando se requieran trabajos específicos para un cliente, como es el caso de las declaraciones de renta de persona natural, igualmente se deben evaluar las horas que no son únicamente las de la elaboración de la declaración; recuerde que esta comienza desde que contactamos al cliente para decirle qué documentación requiere.
En este punto entra la revisión de los reportes, la evaluación de la información que nos ha traído y posteriormente la elaboración de la declaración. Tenga en cuenta que entre más compleja sea, más horas le toma, y por ende más alto debe ser el cobro.
Finalmente, siempre tenga en cuenta ofrecerle y dejarle al cliente un valor agregado, mantenerlo actualizado y darle recomendaciones para optimizar sus impuestos, finanzas y demás.