El profesional independiente o la firma que realiza una auditoría no es responsable de diseñar los controles; antes bien, su labor está dirigida a probarlos. Te explicamos dos importantes recomendaciones para el auditor en materia de prevención del fraude al interior de las entidades.
El Dr. Roberto Valencia, especialista en Estándares Internacionales, responde a la siguiente pregunta: ¿qué acciones se recomienda establecer para hacer más efectivas la prevención, el control y la mitigación del fraude en las entidades que realizan auditorías continuamente? A continuación, su respuesta:
El profesional independiente o la firma que realiza una auditoría no es responsable de mitigar los riesgos o diseñar controles. Por el contrario, su labor está dirigida a probar los controles establecidos por la entidad auditada, esto es, evaluar los controles diseñados y verificar que operen de forma adecuada; así lo explica el Dr. Valencia.
Dicho de otro modo, el control interno es responsabilidad de la administración de la empresa; sin embargo, la evaluación del control interno es una responsabilidad del revisor fiscal o el auditor.
La función del auditor interno es la de ayudarle a la organización a cumplir sus objetivos, mejorando sus operaciones, procesos de gestión de riesgos, control interno y gobierno.
El auditor interno debe preocuparse por los aspectos tanto contables como no contables, centrarse en acontecimientos futuros como resultado de sus revisiones y evaluaciones continuas de controles y procesos y, además, interesarse en la prevención de fraudes de todo tipo. No obstante, esto no significa que su labor sea la de mitigar o controlar el fraude organizacional.
Teniendo en cuenta lo anterior, estas son las recomendaciones para aumentar la efectividad del auditor interno según lo explicado por el conferencista para la prevención, control y mitigación del fraude en las entidades que realizan auditorías: