La medición posterior implica volver a valorar una propiedad, planta o equipo, y dicho valor será resultado de un cálculo que dependerá de la elección del modelo de medición.
Te contamos en este caso de estudio las razones por las que no resultaría conveniente realizar su revaluación.
Una de las características que debe tener un activo para ser denominado propiedad, planta y equipo consiste en que se espera que pueda ser usado por más de un período. Esta es una de las razones por las que los Estándares Internacionales se refieren a un reconocimiento inicial y a uno posterior para la propiedad, planta y equipo.
Al respecto, el Dr. Juan Fernando Mejía, especialista en Estándares Internacionales, explica con qué periodicidad se deben realizar avalúos a la propiedad, planta y equipo en el siguiente video:
El conferencista indica que no es necesario realizar avalúos de manera regular a la propiedad, planta y equipo por las razones que se mencionan a continuación:
La medición posterior implica volver a valorar una propiedad, planta o equipo, y dicho valor será resultado de un cálculo que dependerá de la elección del modelo de medición. El párrafo 29 de la NIC 16 que trata la medición posterior al reconocimiento indica lo siguiente:
La entidad elegirá como política contable el modelo del costo del párrafo 30 o el modelo de revaluación del párrafo 31, y aplicará esa política a todos los elementos que compongan una clase de propiedades, planta y equipo.
Por lo anterior, se observa que es permitido revaluar los elementos de propiedad, planta y equipo; no obstante, tanto la NIC 16 como el párrafo 17.15 del Estándar para Pymes no exigen una revaluación obligatoria.
Un aspecto que resalta el conferencista es la no conveniencia de una revaluación para el indicador ROA de una entidad.
El ROA (return on assets) es el indicador de rendimiento del activo a través del cual se busca medir cuantitativamente la rentabilidad producida por la empresa tomando como base el valor del activo total. Para obtener el ROA se debe tomar el valor del activo total y dividirlo entre la utilidad operacional después de impuestos.
Teniendo en cuenta este indicador, muchas empresas optan por no valorar sus activos, dado que una empresa vale más cuando produce flujos futuros positivos con el menor valor de sus activos.
El expositor argumenta que para estos activos resulta más conveniente solo realizar su valoración inicial al costo. Esto, considerando que el párrafo 54 de la NIC 16 permite asignar el avalúo como valor residual, de modo que no se deprecie la diferencia entre el costo y la valoración y no se generen indicadores negativos.
Debe considerarse, además, que el valor depreciado de una revaluación de propiedad, planta y equipo es un gasto no deducible.