Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
El Gobierno nacional presentó un Conpes enfocado en la formalización empresarial, para el que se destinarán $460.000 millones en los próximos 10 años. El objetivo es escalar posiciones en el Doing Business, en el indicador “facilidad para abrir empresas”. Le contamos cuál será la estrategia.
El Consejo Nacional de Política Económica y Social –Conpes– aprobó el 9 de enero de 2019 la política de formalización empresarial, la cual incluye una agenda de 65 acciones e inversiones por alrededor de $460.000 millones durante los próximos diez años.
Con esta política se busca reducir la informalidad de la economía colombiana, donde alrededor del 75 % de las microempresas no están registradas y el nivel de cumplimiento en otras dimensiones de la formalidad es todavía menor, como por ejemplo, la contratación laboral o la declaración y pago de impuestos.
Como consecuencia de lo anterior se presenta una alta informalidad laboral. La Organización Internacional del Trabajo –OIT– estima que el 65 % de los trabajadores informales en América Latina trabajan en empresas informales.
Lo que está buscando el Gobierno nacional es que se reduzcan los costos que debe asumir una empresa para cumplir con las obligaciones de ser formal. Frente a este punto, estudios del Banco Mundial muestran que pasar de ser informal a formal le cuesta hoy a las mipymes entre el 34 % y el 46 % de su utilidad bruta.
Mediante este Conpes, se busca garantizar un régimen de tributación simple, flexibilizar los costos de contratación formal y disminuir la carga regulatoria, así como los trámites asociados a operar formalmente. Una de las herramientas creadas para ese fin es la Ventanilla Única Empresarial –VUE–, la cual nació en junio de 2018 como un proyecto piloto y en su primer semestre de operación facilitó en Bogotá la creación de 16.235 nuevas empresas. Con esta iniciativa se espera apoyar en 2019 la creación de más de 80.000 empresas a nivel nacional.
A través de la VUE un empresario puede obtener el RUT, la matrícula mercantil y el registro como empleador ante las entidades de seguridad social, entre otros trámites. De igual manera, el empleador también podrá afiliar, trasladar y realizar todas las gestiones de la seguridad social de sus trabajadores de forma virtual.
Con el Conpes también se busca tomar acciones relacionadas con la reducción de la carga regulatoria; la contratación formal de trabajadores, incluida la seguridad social; el registro sanitario ante el Invima; la producción y comercialización de bienes y servicios, entre otras.
La implementación de la política de formalización empresarial busca que el país escale posiciones en el indicador “facilidad para abrir empresas”, del Doing Business, donde actualmente ocupa el lugar 100, y logre acercarse al puesto 50.
Rafael Puyana, subdirector del Departamento Nacional de Planeación –DNP–, afirma en Dinero que se debe cambiar la mentalidad frente a la informalidad. «Las empresas no son solo informales o formales. Por ejemplo, hay empresas que tienen registro mercantil, pero que contratan informalmente. Otras declaran impuestos, pero no llevan una contabilidad seria. Así que el problema no es binario, sino que hay múltiples dimensiones de la informalidad”, comenta.
Frente a lo relacionado con mejorar la inspección, vigilancia y control, la idea es cambiar el enfoque, ya que actualmente entidades como la Dian y la UGPP buscan irregularidades entre las empresas formales y no se fijan en los actores informales. De esta forma se establecerán herramientas para que muchas empresas que no han renovado su registro mercantil lo hagan antes que las autoridades adopten medidas.
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