Según Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, impulsar los ingresos tributarios de manera sustentable es clave para lograr un sistema impositivo favorable para el crecimiento y la equidad del país. Hay que prestarles atención y realizarles ajustes a tres elementos de los impuestos nacionales.
Según Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, impulsar los ingresos tributarios de manera sustentable es clave para lograr un sistema impositivo favorable para el crecimiento y la equidad del país. Hay que prestarles atención y realizarles ajustes a tres elementos de los impuestos nacionales.
El 24 de octubre de 2019, Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, estuvo en Bogotá presentando el cuarto Estudio Económico de la OCDE sobre Colombia, en el cual se destaca que a pesar del complejo contexto internacional, el desempeño del país, según ellos, es bueno.
“Este estudio llega en un momento crítico para la economía mundial. El informe Perspectivas Económicas de la OCDE, que publicamos en septiembre, advierte que el crecimiento mundial se ralentizará en los próximos años, pasando del 3,6 % en 2018 al 2,9 % en 2019 y al 3 % en 2020; mientras que los riesgos de ulteriores ajustes a la baja siguen aumentando. Son las previsiones de crecimiento más bajas desde la última recesión mundial”, expresó Gurría.
Pese a ese contexto, para la OCDE “es alentador” comprobar que el desempeño económico de Colombia se sitúa por encima del promedio de los países que la conforman. “Proyectamos una sólida expansión del crecimiento del PIB colombiano, que pasará del 2,6 % registrado en 2018 al 3,4 % en 2019 y al 3,5 % en 2020, situándose entre los niveles más altos en la región”, dijo Gurría.
Colombia cuenta además con un marco macroeconómico sólido, por lo que está bien equipada para hacer frente a un entorno exterior cada vez más complejo. La credibilidad del objetivo de inflación y la política monetaria han actuado como amortiguadores eficaces, y el sólido marco fiscal ha posibilitado una consolidación gradual en apoyo a la demanda interna.
También se han logrado avances importantes en el frente social en las últimas décadas, gracias a la mejora del acceso a la educación y a las transferencias sociales. La esperanza de vida al nacer pasó de 60 años en 1970 a 70 años en 2016. Además, la pobreza disminuyó en 15 puntos porcentuales en el último decenio: pasó del 42 % en 2008 al 27 % en 2018, según datos oficiales.
Pero no todo fueron comentarios positivos. Gurría aseguró que en Colombia la productividad laboral es baja, el crecimiento de la productividad ha tenido una dinámica descendente y la informalidad laboral continúa presente.
Para la entidad es fundamental impulsar los ingresos tributarios de manera sustentable, al tiempo que se logra un sistema impositivo más favorable para el crecimiento y la equidad.
Desde la perspectiva de la OCDE, estas mejoras podrían lograrse a través de tres elementos:
“La Ley de financiamiento que esperamos vuelva a aprobar el Congreso antes de finales de año, es un paso en la buena dirección, pues reduce la carga fiscal de las empresas y refuerza la lucha contra la evasión fiscal”, opina Gurría.
Para incrementar la recaudación, la OCDE plantea que se podría dar impulso a los impuestos medioambientales, así como fortalecer la administración tributaria, para continuar reduciendo la evasión fiscal.
Un examen de los gastos también ayudaría a identificar aquellos programas ineficientes o no rentables, según su impacto sobre la equidad o la productividad.
“Las anteriores reformas ayudarían a Colombia a lograr una mayor inclusión y a atraer inversiones”, dijo Gurría.
Sobre los tres elementos enumerados anteriormente, Gustavo Cote, exdirector de la Dian, afirma en La República que son propuestas lógicas.
“El impuesto a las ventas es regresivo por esencia, bajo la circunstancia de que por ser un impuesto indirecto castiga por igual a todas las personas independientemente de su capacidad económica contributiva, y desde ese punto de vista debería sacrificarse para buscar la recaudación más por la vía de los impuestos directos y en cabeza, precisamente, de las empresas y de la gente con mayor capacidad contributiva”, opina.