María Sol Navia, Santiago Montenegro y Juan Pablo Arango opinan que combatir la informalidad laboral en el país es esencial para que el mercado laboral nacional mejore, logrando que un mayor número de colombianos coticen y ahorren para su pensión. Deben reducirse drásticamente las cifras informales.
La informalidad laboral afectó a 10,8 millones de colombianos en el 2018, al ubicarse en 48,2 %. Así lo indicó el Dane el 13 de febrero, cuando presentó un leve avance comparado con 2017, año en el cual fue del 48,4 %.
Entre los meses de febrero, marzo y abril de 2018 se presentó la informalidad más alta del año anterior, con un 48,6 %, lo que representó un incremento de 0,4 puntos porcentuales en comparación con el mismo período de 2017.
La exministra del trabajo, María Sol Navia, afirma en entrevista con Actualícese que la informalidad laboral necesita trabajo en varios frentes. “Uno son los incentivos a las empresas para contratar los trabajadores formalmente. También se deben flexibilizar algunas normas que limitan la disposición de los empleadores a crear nuevos cargos de forma regular y permanente; al mismo tiempo las condiciones para el crecimiento de las empresas, una de cuyas acciones ya se realizó con la Ley de financiamiento, la cual disminuyó los impuestos a las empresas”, dice.
Santiago Montenegro, presidente de Asofondos indica que el 64 % de las personas ocupadas en Colombia no cotiza a pensión, lo cual impacta directamente en la calidad de vida que tendrá la población en la vejez.
“Para mejorar esta situación es necesario hacer ajustes como combatir la informalidad, que el salario mínimo crezca por factores objetivos y no por discusiones políticas, incentivar la creación de empresas, aumentar la productividad del trabajador colombiano con educación pertinente y de calidad, y fortalecer la provisión de bienes públicos por parte del Estado”, recalca Montenegro.
Por su parte, Juan Pablo Arango, vicepresidente comercial de Protección afirma en Actualícese que existe una estrecha relación entre el sistema pensional colombiano y el mercado laboral, motivo por el cual, para incrementar la cobertura y que más personas coticen al sistema y ahorren para su futuro, es necesario reducir drásticamente la informalidad laboral.
“Si bien en los últimos años se ha logrado disminuir las cifras de informalidad y desempleo, en comparación con las tasas registradas en economías avanzadas y emergentes nuestro país sigue teniendo una de las mayores tasas de desempleo del mundo”, indica Arango.
Arango recalca que hay que continuar trabajando en el país por la formalización y la generación de empleo, y a su vez realizar un esfuerzo grande en educar a los colombianos para que vean el ahorro como el vehículo más idóneo para alcanzar sus metas. “Debemos ser conscientes de que la construcción de este ahorro para el futuro se empieza desde hoy, con disciplina y perseverancia”, aconseja.
Y es que en Colombia hay 36 millones de personas en edad de trabajar, de las cuales 24 millones son económicamente activas y 22 millones están ocupadas. Sin embargo, de esos 22 millones de ocupados solo 7,8 millones están activos en pensiones, lo que equivale a un 35 %, y solo 2,4 millones cotizan regularmente. Sumado a estas altas cifras de informalidad y desempleo, es una realidad que para un alto porcentaje de personas en nuestro país el ahorro no es una prioridad.