Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Expertos tributaristas piensan que la discusión de la Ley de financiamiento no fue afortunada, está lejos de generar los cambios que se necesitan, solo será útil mientras dure este Gobierno, y que los recursos no alcanzarán. Hay que programarse para una nueva reforma tributaria en el 2020.
Alfredo Lewin, socio fundador de Lewin & Wills, y director de la práctica de impuestos, piensa que la Ley de financiamiento solo se pensó para el año 2019 y desde su punto de vista «lamentablemente será inevitable pensar pronto en otra reforma tributaria. La discusión va a tener que darse, muy probablemente antes de dos años, en el segundo semestre de 2020», dice.
Para él, todo el proceso de discusión de la Ley de financiamiento, desde el inicio, no fue afortunado. «Políticamente no se trabajó como correspondía y en mi opinión fue equivocado, técnicamente, enfocarla como una ley simplemente para cuadrar el presupuesto del 2019. Algunas cosas quedaron no tan mal al final, pero el proceso desordenado marca un mal antecedente», recalca.
Por su parte, Federico Lewin, abogado y experto de la misma firma en asesoría en litigios tributarios de empresas y personas naturales, afirma que es muy probable que los recursos esperados por esta reforma tributaria no alcancen, ya que está diseñada para el corto plazo. «Existen varios mecanismos de recaudo, como el impuesto al patrimonio o la sobretasa de renta para el sector financiero, que parecerían pensados para mejorar el recaudo en los próximos dos o tres años. También existen otros beneficios o alivios tributarios, los cuales se espera que entren a regir en unos años, como la supresión de la renta presuntiva o la posibilidad de descontar el 100 % del ICA en el impuesto sobre la renta», comenta en entrevista para Actualícese.
Al igual que para Alfredo, para Federico es previsible que en el 2020 se presente una reforma tributaria con miras a ajustar el recaudo fiscal. «Ojalá una eventual reforma no tenga como único propósito generar recaudo, y sea discutida más ampliamente», señala.
Para Paula Esperanza Suárez Valderrama, socia de Consultores & Asesores EGR SAS y experta en temas tributarios, Colombia necesita una reforma estructural que solucione problemas de fondo del sistema tributario. «La visión cortoplacista que se ha mantenido por décadas nos ha llevado a un sistema tributario regresivo y lesivo para el empresariado en su mayoría. Como todas las leyes de los últimos años en materia tributaria, son “útiles” mientras dura el Gobierno que las genera», explica para Actualícese.
Según Suárez, esta Ley de financiamiento está muy lejana a generar los cambios que el grueso del empresariado requiere para poder avanzar, deja muchos vacíos y revive temas que ya se habían discutido en años anteriores. De igual forma, introduce modificaciones sustanciales, como la implementación del régimen SIMPLE, que al final no es tan simple.
«Ojalá alcance para los dos años que necesita el Gobierno del presidente Duque, pero no soy tan optimista», reflexiona Suárez Valderrama, a propósito de la pregunta por la durabilidad de esta Ley de financiamiento. Desde su punto de vista, el plazo dependerá de los precios del petróleo, y de qué tanto se pueda “sacar” de las regalías y demás ingresos del Estado.
«Esperemos que no sea antes y que en ese tiempo el Gobierno se dedique a hacer la tarea y determinar realmente cuál es la reforma estructural que necesita el país, que beneficie a todos y que no sea como hasta ahora, un regalo para los que más hacen lobby», concluye.
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