Daniel Wills afirma que el sistema de pensiones colombiano es extremadamente complejo y que su cobertura es muy baja.
La forma en que está construido el régimen público es regresiva y el privado enfrenta problemas en el mercado de rentas vitalicias y en el seguro previsional.
Daniel Wills, vicepresidente técnico y de estudios económicos en Asofondos, afirma que el sistema pensional colombiano presenta retos como entregar más pensiones a un mayor número de personas y que sea sostenible.
Destaca que en diferentes países se vienen implementando reformas a los sistemas de protección a la vejez, y que la causa principal, aunque no la única, para que esto se presente es el envejecimiento acelerado de la población:
Cada país también tiene sus razones específicas para reformar los sistemas de protección a la vejez. En Colombia, por ejemplo, se requiere proteger a la población vulnerable.
Wills, matemático y economista de la Universidad de los Andes, dice que a través de una reforma pensional se debe responder al envejecimiento de la población, así como a las necesidades, no solo de la presente generación, sino de las próximas. También, el sistema pensional debe ser sostenible en el tiempo y combinar los pilares complementarios de solidaridad y ahorro.
El nuevo sistema pensional debe dirigir los subsidios solo a los más pobres y necesitados. También debe eliminar las discriminaciones que existen contra las mujeres y argumentar los cambios con cifras y estudios técnicos.
Wills dice que la población colombiana se está envejeciendo aceleradamente, el sistema de protección a la vejez es extremadamente complejo y la cobertura del sistema es muy baja.
Advierte que, «el sistema discrimina a las mujeres, el régimen de prima media es muy regresivo, el régimen público enfrenta un déficit muy alto y un pasivo pensional también muy elevado».
Por lo anterior, el sistema obliga tomar decisiones mucho antes de pensionarse, lo que es complejo y negativo. «No se les hace la vida fácil a los afiliados».
Además, la forma en que está construido el régimen público es regresiva:
Entrega subsidios altos para personas que no los necesitan. Por ejemplo, pagarle a una persona mensualmente unos 8 millones de pesos es muy costoso para el Estado.
Advierte que el valor de la pensión de un afiliado en el régimen público no corresponde a lo ahorrado por la persona, por lo que surge la posibilidad de que se presente un déficit en este régimen.
Wills también dice que el régimen privado enfrenta problemas en el mercado de rentas vitalicias y en el seguro previsional.
Wills expone que Asofondos está de acuerdo con el Gobierno al indicar que es necesario eliminar la dualidad de los dos regímenes contributivos y definir un solo sistema de protección a la vejez.
Desde la entidad se piensa que se deben barajar puntos como:
Sería importante ampliar el número de administradores públicos y privados. Que los trabajadores tengan más opciones a la hora de escoger donde afiliarse.
También hace énfasis en eliminar la regresividad del actual régimen público al redistribuir los subsidios que se están entregando.
Finalmente, Wills piensa que el debate se debe centrar entre un sistema pensional que funciona y otro que no funciona. Para él, el debate no debe ser entre quienes administran el sistema, tampoco entre el sector público y el privado.
Debe haber competencia entre varios administradores públicos operando bajo las mismas reglas de juego. Además, será necesario un pilar solidario financiado con recursos del presupuesto nacional.