Factores del sistema pensional colombiano como su adecuación, sostenibilidad e integridad fueron evaluados, obteniendo una baja calificación. Una reforma pensional se debe materializar cuanto antes: es urgente implementar mejoras para hacer funcional al sistema y lograr que cumpla sus objetivos.
En el más reciente Índice Global de Pensiones de Melbourne de Mercer 2018, el sistema pensional colombiano fue evaluado en tres dimensiones: adecuación, sostenibilidad e integridad, y sus resultados fueron puestos en comparación con los de más de 34 países.
A nivel global, Colombia se ubicó en el puesto 14, y obtuvo una calificación de C+. Aunque dicha evaluación es más favorable que la de otros países de la región, resulta ser baja dentro del índice. Según ese mismo escalafón, nuestro país presenta un sistema pensional igual al de naciones como Francia e Inglaterra, superando incluso a países como México, España y Estados Unidos.
Según Mercer, «el sistema pensional nacional cuenta con algunas características positivas, pero también con importantes riesgos y/o deficiencias que se deben atender pues se puede poner en duda su eficacia y/o sostenibilidad a largo plazo».
Para David Cuervo, director de Mercer Colombia, “la posición del país en el índice no debe distraer la baja calificación que obtuvo y que lo ubica dentro de los países que requieren hacer mejoras significativas para cumplir con los objetivos de cualquier sistema pensional. La crisis de los sistemas pensionales de la región no puede ser excusa para postergar una discusión de alto nivel técnico y necesaria para el futuro de todos los colombianos y que debe materializarse en una reforma pensional que fomente un correcto balance entre el beneficio otorgado y la sostenibilidad del sistema”.
En los subíndices que mide el informe (en una escala de 0 a 100), en el de sostenibilidad Colombia obtuvo un puntaje de 50.1, ubicándose en la mitad de la tabla de todos los países evaluados. En el de integridad se ubicó en la parte baja de la tabla, con un puntaje de 70.9, y en el de adecuación alcanzó un puntaje de 65.1. Frente a esto, el informe aclara que «la intervención al sistema pensional va más allá de meros ajustes paramétricos como el aumento de la edad de retiro o un ajuste a la tasa de reemplazo del sistema público. Se requiere una reforma estructural que trate asuntos de importancia como la cobertura de seguro previsional, el fomento efectivo de un mercado de rentas vitalicias, la revisión del esquema de inversiones en los fondos privados que permita mejor y mayores desempeños, entre otros».
Cuervo indica que a Colombia le fue muy bien en lo que concierne al beneficio, lo cual le favorece en la calificación, especialmente porque dentro del subíndice de adecuación hay preguntas donde le va notablemente bien al país.
El índice revisa, por ejemplo, cuál es la pensión que obtiene un trabajador promedio. Al analizar dicha información arroja que el índice teórico mínimo que podría conseguir en Colombia es un (1) salario mínimo, lo cual beneficia al país frente a otras naciones. Además, al estudiar la estructura demográfica, el 51 % de la población está en el primer salario mínimo, y el otro 35 % en el segundo; situación que ubica a Colombia por encima de otros países que a pesar de tener tasas de reemplazo menores no garantizan una cotización mínima.
Desde el punto de vista de Mercer, hay que tener en cuenta que las poblaciones envejecidas continúan siendo un desafío para los gobiernos de todo el mundo, ya que los responsables de la formulación de políticas deben cumplir con el objetivo de brindar seguridad financiera a sus jubilados, lo que es adecuado tanto para el individuo como sostenible para la economía de su país.
Las economías desarrolladas deben ser conscientes de los desafíos demográficos que enfrentan los sistemas de pensiones. Al respecto, para Mercer es positivo ver que muchos gobiernos asiáticos reconocen las mismas tendencias que están surgiendo en sus propias poblaciones, y están tomando medidas para enfrentar esta situación, lo que hará que los futuros sistemas de pensiones sean más sostenibles a largo plazo.