El impuesto diferido surge de la diferencia en la aplicación de las normas contables y las normas tributarias. Es una estimación de los impuestos que una empresa deberá pagar o dejar de pagar en el futuro.
Impacta directamente en la correcta determinación de las utilidades, pues permite la apropiación de la carga tributaria de una entidad en el período en que ocurren las transacciones.
El cálculo y contabilización del impuesto diferido es una obligación de todas las organizaciones clasificadas en los grupos 1 y 2 de convergencia a estándares internacionales, además de aquellas que sean responsables del impuesto sobre la renta y los contribuyentes del régimen simple.