Juan David Correa, presidente de Protección afirma que factores como la transición demográfica, la informalidad, el desempleo y la bajísima productividad afectan la seguridad social. Hoy no existe un esquema sólido de protección a la vejez y, por ende, los adultos mayores no se están pensionando.
Juan David Correa, presidente de Protección afirma que factores como la transición demográfica, la informalidad, el desempleo y la bajísima productividad afectan la seguridad social. Hoy no existe un esquema sólido de protección a la vejez y, por ende, los adultos mayores no se están pensionando.
El 3 de octubre de 2018, durante la realización del seminario Retos del sistema pensional en Colombia, organizado por la Asociación Nacional de Instituciones Financieras –Anif– y Asofondos, Juan David Correa, presidente del consejo directivo de Asofondos y de Protección intervino con su exposición ¿Cómo convertir los problemas de inequidad y gasto público del sistema pensional colombiano en oportunidades? En ella habló sobre las grandes inequidades del sistema pensional nacional y su impacto en la población.
Correa enumera 6 puntos que deben ser tenidos en cuenta a la hora de analizar el sistema pensional actual, como son:
A la fecha, explica Correa, tenemos 6 millones de adultos mayores de 60 años, de los cuales 3,1 millones no cuenta con pensión ni con subsidio (52 %); 1,5 millones tienen acceso a Colombia Mayor; y 1,4 millones tienen pensión (23 %) en el régimen de prima media. Además, por ser un sistema aún joven, el Rais apenas tiene 130.000 pensionados, con tasas de crecimiento anuales de 36 %.
Además, según cálculos de Protección y Asofondos, en 2055 habría 14,2 millones de adultos mayores, de los cuales 8,3 millones no tendrían cobertura; 3,1 millones se pensionarían por el Rais, 508.000 por el RPM y 2,4 millones por Colombia Mayor y el sistema BEPS. En 2055, 8 millones de adultos mayores no tendrán pensión.
Desde Protección se piensa que la propuesta de una reforma pensional se debe centrar en un sistema integral de protección para la vejez, y se debe estructurar bajo tres parámetros: mayor cobertura, mayor equitatividad y mayor sostenibilidad.
Correa explica que la devolución de saldos e indemnización sustitutiva se debe convertir en cobertura para la vejez, conociendo las cifras que indican que a 2055 el 58 % de las personas no contarán con algún beneficio económico, pensión o subsidio, en contraste con el 25 % que tendrá pensión, un 1 % que utilizaría la opción de los Beps y el 16 % Colombia Mayor.
Por otra parte, para que el sistema sea más equitativo no pueden existir subsidios regresivos; para que sea sostenible se debe incentivar la formalidad y desarrollar un sistema integral para la vejez, que permita enfocar bien los subsidios y seguir desarrollando el modelo de ahorro contributivo y voluntario.
Es aquí cuando se entraría a hablar de un sistema integral para la vejez, el cual se compondría por: