Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
El próximo 16 de noviembre, el ‘4×1000’, que nació como un tributo temporal para ayudar a solventar la crisis del sector financiero en el país, cumplirá 18 años, en medio de la expectativa por si será desmontado en la próxima reforma tributaria, pactada para finales de este año.
Si el tributo se rige a las leyes actuales, el mismo comenzará a reducirse para el 2019 hasta desaparecer por completo en el año 2022. Lejos de ello, para este año, las proyecciones oficiales del GMF esperan recaudar 7,29 millones de pesos este año.
Los bancos temen al gravamen que ha alejado paulatinamente a los colombianos de las entidades financieras. No obstante, y ante la recomendación de expertos de la reforma tributaria al Gobierno de mantenerlo, la pelea por desmontarlo está prácticamente perdida.
El argumento de la comisión para mantenerlo es que el 4×100 se trata de “un impuesto de fácil recaudo que genera recursos importantes al fisco y cualquier otro tributo que sustituyera su recaudo actual también tendría efectos nocivos”.
Cierto es que el informe final de los expertos, además de mantener el 4×1000, apunta a subir el IVA del 16 al 19%, lo que deja a la expectativa sobre su e desmonte del tributo se extenderá más allá del 2022, o si como dicta la ley, en 2019 comenzará a desaparecer de manera paulatina.
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