Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
El superintendente de sociedades, Francisco Reyes Villamizar, asegura que los revisores fiscales afrontan obstáculos como la falta de independencia y la poca rotación, a la hora de desempeñar sus funciones.
«Aunque se piense que las diferentes irregularidades no son reportadas o que los informes financieros son de baja calidad, la Supersociedades sí recibe mucha colaboración por parte de los revisores fiscales». Este es el pensamiento que tiene el superintendente de sociedades Francisco Reyes Villamizar, frente a los diversos escándalos que se vienen presentando en el país y en los que se están viendo involucrados los profesionales contables, aparentemente por su falta de accionar.
Para Reyes Villamizar es claro que los revisores fiscales enfrentan obstáculos a la hora de ejercer su labor, y una de ellas es la independencia.
«Los revisores son elegidos por la asamblea de accionistas, pero allí es frecuente que los administradores, quienes en muchos casos son accionistas, influyen en tal elección. La anterior situación afecta la autonomía de estos profesionales para ejercer correctamente su labor.”
El otro factor que atenta contra la adecuada labor de los revisores fiscales es la poca rotación que se presenta entre estos profesionales, razón que traspasa las pautas actuales de esta profesión. Por lo menos así lo exhiben los resultados de una reciente encuesta que sobre gobierno corporativo realizó la Supersociedades entre 5.572 compañías.
Frente a lo anterior se recomienda que los revisores roten cada dos años para garantizar su autonomía y que no puedan ser reelegidos sino cada 8 años. Sin embargo, entre las empresas encuestadas por la entidad, 40,7% de los revisores nunca han rotado: son las mismas personas naturales o las mismas personas jurídicas.
«Para garantizar la independencia, a los revisores fiscales no se les debería poder remover del cargo sin justa causa», agrega Reyes Villamizar, quien espera que con las Normas Internacionales de Información Financiera y las Normas de Aseguramiento de la Información, los revisores fiscales sean más precisos a la hora de realizar sus análisis y veredictos.
La semana anterior, la Supersociedades intervino a la firma Moore Stephens, la cual actuaba como revisora fiscal de Elite International, administradora de libranzas que está en proceso de liquidación por captación ilegal de dinero. Y aunque esta firma interpuso una tutela para frenar la intervención, el Tribunal Superior de Bogotá se la negó.
Por otra parte, hay que recordar que la entidad, en el mes de febrero de este año, sometió a control en máximo grado de supervisión a las sociedades que conforman Odebrecht Latinvest Colombia S.A. Bajo esta decisión, los revisores fiscales de la firma brasilera “deberán comunicar a esta entidad, oportunamente, cualquier irregularidad que observen en el funcionamiento de las compañías de conformidad con lo previsto en el numeral 3 del artículo 207 del Código de Comercio”.
Reyes Villamizar recordó que “entre las facultades con que queda revestida la Supersociedades está la de poder remover a los administradores, revisores fiscales y empleados según el caso y multar a los administradores que realicen actos contrarios a la ley. La legislación incluso abre la posibilidad, de convocar a la sociedad a un trámite de liquidación, si se cumplen los presupuestos para ese efecto.”
De igual forma, advirtió a los representantes legales y empleados de las sociedades que a partir del sometimiento a control “se prohíbe la constitución de garantías que recaigan sobre bienes propios de la sociedad y enajenaciones de bienes u operaciones que no correspondan al giro ordinario de los negocios sin autorización previa de la Supersociedades”.
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