Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
El acuerdo de exclusividad se da principalmente para los trabajadores que desempeñan actividades especializadas o en las cuales tienen acceso a información o conocimiento acerca de actividades que desempeñe el empleador, que en caso de ser descubiertas podrían afectar los intereses o incluso a la empresa.
Este acuerdo tiene como finalidad impedir que el trabajador realice las actividades para las que fue contratado, a servicio de otras empresas, personas naturales o que las desarrolle por sí mismo. Esto en razón a que la información o las facultades con las que cuenta el trabajador pueden perjudicar al empleador.
Dado que el contrato de trabajo es un acuerdo de voluntades, en este caso trabajador–empleador, y que la ley laboral no regula este aspecto, el acuerdo de exclusividad debe ser acordado expresamente por escrito, dado que dicha exclusividad no se presume, debe ser demostrada.
La existencia de esta cláusula de exclusividad es como ya se mencionó una prohibición al trabajador por las consecuencias que puede traer consigo, por lo tanto, en caso tal que dicho trabajador la incumpla puede configurarse una causa justa para la terminación del contrato de trabajo.
La exclusividad debe ser razonable dado que no puede afectarse de manera injustificada el derecho del trabajador a la libertad, al acceso y elección del empleo.
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