Se ha generado cierto escepticismo e incertidumbre en los usuarios del sistema financiero a la hora de elegir la modalidad de los créditos de vivienda. En este editorial se exponen algunas características de estos en cuanto a los diferentes tipos de amortización que tienen, ya sea bajo UVR o pesos.
Se ha generado cierto escepticismo e incertidumbre en los usuarios del sistema financiero a la hora de elegir la modalidad de los créditos de vivienda. En este editorial se exponen algunas características de estos en cuanto a los diferentes tipos de amortización que tienen, ya sea bajo UVR o pesos.
A la hora de solicitar un préstamo de vivienda uno de los cuestionamientos que se presentan es la elección del sistema de amortización del crédito, ya sea que este quede bajo la modalidad de pesos o en UVR. A pesar de que la modalidad en UVR está presente desde la Ley 546 de 1999, los colombianos aún tienen gran escepticismo frente a las tasas indexadas, situación que no es gratuita, dado que a finales de 1990 se generó una crisis con el UPAC (antigua modalidad de préstamos de vivienda), la cual por estar sujeta al DTF generó impactos sustanciales en el incremento de los montos que adeudaban los prestatarios (en algunos casos se llegó a pagar el doble o más del valor esperado).
Por tanto, al momento de adquirir un préstamo de vivienda la mayoría de personas consideran que el nivel de incertidumbre que proporciona la modalidad bajo UVR puede resultar un inconveniente a futuro, frente a esto las entidades financieras han trabajado arduamente para intentar persuadir a los usuarios de lo contrario.
A ciencia cierta, no es válido precisar que una tasa es mejor o peor que otra, dado que no hay una certidumbre de cómo se comportará la inflación en posteriores años; sin embargo, a continuación intentaremos exponer las características de cada modalidad para que conforme a las condiciones de cada caso particular, se establezca cuál sería la modalidad más conveniente.
La principal característica de esta modalidad es que está sujeta al índice de precios al consumidor –IPC–, es decir, que el valor de la cuota a pagar y el saldo del crédito puede aumentar o disminuir de acuerdo al comportamiento de la inflación, lo que supone un nivel de riesgo para el prestatario.
La amortización bajo UVR se puede presentar de tres formas:
La amortización en pesos no depende de la inflación y se puede presentar de dos formas: