Se entiende por ingresos los incrementos en los beneficios económicos, producidos a lo largo del ejercicio, en forma de entradas o incrementos de valor de los activos, o bien como decrementos de las obligaciones, que dan como resultado aumentos del patrimonio neto, y no están relacionados con las aportaciones de los propietarios a este patrimonio.
Sobre esta conferencia…
Se entiende por ingresos los incrementos en los beneficios económicos, producidos a lo largo del ejercicio, en forma de entradas o incrementos de valor de los activos, o bien como decrementos de las obligaciones, que dan como resultado aumentos del patrimonio neto, y no están relacionados con las aportaciones de los propietarios a este patrimonio.
Se aplica a todos los ingresos de actividades ordinarias que surgen de transacciones o eventos como venta de bienes o productos, contratos de construcción, prestación de servicios o el uso por parte de terceros de los activos de la entidad que generan intereses, regalías o dividendos. No se aplica a contratos de arrendamiento (sección 20), contratos de seguros, agricultura exploración y evaluación recursos minerales (sección 40) e instrumentos financieros (secciones 11 y 12).