Las diferencias son bastante significativas en cuanto a los reportes de Estados Financieros, reconocimientos de gastos, instrumentos financieros y hasta la contabilización de los impuestos. Es mejor irse enterando…
Las Normas Internacionales de Contabilidad traen consigo cambios grandes, entre ellos la forma como las empresas grandes y medianas manejan su contabilidad.
Pero estas normas no son iguales para todos: las hay completas (IFRS Full) y otras especialmente diseñadas para Pymes (IFRS for SME’s).
Para la IASB (entidad internacional encargada de su estudio y divulgación) las Pymes se definen por su naturaleza, más que por su tamaño (al fin y al cabo no es lo mismo una Pyme en Colombia que en Alemania).
Y la regla de oro es: si la empresa no está vigilada ni tiene Estados Financieros que deban ser públicos (como las que cotizan en bolsa), debería usar IFRS para Pymes. Así de sencilla es la recomendación.
De hecho, la IASB espera que un 99% de las empresas a nivel mundial se acojan a las IFRS para Pymes.
Ahora, si la empresa desea por cuestiones de mejores prácticas o por cualquier otra razón implementar las IFRS completas, puede hacerlo, pero no es obligatorio.
En posteriores entregas estaremos detallando todos los ítems, que en términos generales incluyen:
Las IFRS llegaron para quedarse. Sin embargo, si las empresas que vamos a asesorar no deben manejar su contabilidad en forma pública, el único estándar que debemos contemplar (por ahora) es el de las IFRS para Pymes.
La parte buena es que dicho estándar es, por lejos, mucho menos complejo que las IFRS Completas.
Pero sin importar la complejidad o facilidad de su implementación, sólo hay algo cierto: el tiempo está corriendo.