Está próxima a presentarse (oct. 10 /2016) la Reforma Tributaria Estructural en la que el Gobierno, el Congreso, los empresarios y los colombianos en general nos preparamos para la discusión del marco de impuestos que regirá para la próxima década.
Está próxima a presentarse (oct. 10 /2016) la Reforma Tributaria Estructural en la que el Gobierno, el Congreso, los empresarios y los colombianos en general nos preparamos para la discusión del marco de impuestos que regirá para la próxima década.
Luego de un ejercicio amplio y juicioso, la comisión de expertos creada por el Gobierno presentó una serie de sugerencias con el objeto de estructurar y simplificar los impuestos y aumentar el recaudo, puesto que es de público conocimiento el déficit fiscal del país, más ahora después del plebiscito, variable de suma importancia en esta coyuntura. A continuación se evalúan algunas características de la Reforma que pueden dar lugar a controversias:
El primer asunto polémico es que resulta necesario aumentar la tarifa del IVA y la cantidad de productos gravados con este tributo, tal vez incluso deban incluirse rubros de la canasta familiar.
El segundo aspecto, relacionado con las empresas, es la manera en que se podría aliviar la carga al sector productivo generador de empleo. Esta propuesta, junto a la posibilidad de un aumento en el IVA, resulta impopular para la opinión pública.
Un tercer aspecto, con relación a las personas naturales: En general, el recaudo por personas naturales es muy bajo en Colombia y la Reforma contempla aumentar la base de declarantes.
Cuarto asunto: El Gobierno está revisando el tema de las Entidades Sin Ánimo de Lucro (ESAL), como las ONG, que según denuncias recientes, en muchos casos son utilizadas como mecanismos de evasión de impuestos y no para promover actividades filantrópicas y sociales.
Tema de gran impacto: Cárcel para la evasión. Se podrían incorporar medidas para penalizarla en la Reforma Tributaria, ya que los intentos anteriores de hacerlo no prosperaron en el Congreso. El argumento del Gobierno es que, al convertirse en delito, el incentivo que los ciudadanos encuentran para cometer dicha práctica se reduciría de manera considerable.
En los últimos dos años las quejas de los empresarios acerca del elevado nivel tributario del país son cada vez más constantes. Una preocupación de muchos de ellos es qué hará el país para combatir flagelos como la evasión, el contrabando y la corrupción, pues es claro que de allí pueden surgir valiosos recursos para atender los problemas fiscales.