Para determinar la definición de bienes de capital, se hace necesario precisar la definición de activo según los Estándares Internacionales. El activo es un recurso controlado por la entidad, que es un resultado de sucesos pasados y que de este se espera obtener algunos beneficios económicos en un futuro.
Para determinar la definición de bienes de capital, es necesario puntualizar en la definición de activo según los Estándares Internacionales. El activo es un recurso controlado por la entidad, que es el resultado de sucesos pasados y del cual se espera obtener beneficios económicos en un futuro.
Los bienes de capital son los activos destinados a utilizarse con otros elementos del proceso productivo para generar productos o servicios finales. Estos bienes de capital se conocen también como factores de producción; su nombre incluye el término “capital” porque requieren de la inversión del capital de la empresa.
Dichos bienes de capital convierten una serie de bienes, como materia prima y materiales que a simple vista no tienen un valor agregado, y los transforman para generar otros bienes o servicios que puedan ofrecerse en el mercado con una oferta de valor para el cliente.
Sin embargo, los bienes de capital por lo general no se transforman, apoyan el proceso de producción por un tiempo relativamente largo, y son casi siempre equipos productivos, inmuebles o patentes que conocemos en términos comunes como activos fijos.
Otra característica de los bienes de capital es que se desgastan mientras prestan su servicio a la cadena productiva, y, además, están expuestos a sufrir obsolescencia. Este desgaste suele denominarse depreciación o amortización. La depreciación es aplicable a inmuebles o muebles como maquinaria, edificios, vehículos, y la amortización a ciertos activos como los intangibles.
Recordemos que los siguientes ejemplos de bienes aplican siempre y cuando estén asociados a la cadena de producción de los bienes finales.
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