La conciliación del patrimonio registrado en el ESFA con las bases fiscales determinadas por la Ley de reforma tributaria estructural 1819 de 2016 exige la construcción de un modelo formal que incluye los siguientes elementos o explicaciones formales: 1) El matemático y contable y 2) El normativo.
Las conciliaciones fiscales que a partir del 1 de enero de 2017 deben realizarse desde los datos registrados bajo Estándares Internacionales tienen como punto de partida la conciliación del patrimonio fiscal con los ajustes consignados en el ESFA (Estado de Situación Financiera de Apertura), para lo cual se requiere, según nuestros análisis y pruebas de escritorio, dos explicaciones formales: 1) La contable y matemática y 2) La normativa.
Para sustentar desde lo contable hay que construir primero un modelo matemático basado en la teoría de vectores que demuestre formalmente el patrimonio en el ESFA con los ajustes permitidos fiscalmente hasta el 1 de enero de 2017, fecha en que se inicia la determinación tanto del patrimonio fiscal como de la renta fiscal a partir de los marcos técnicos normativos contables vigentes .
El modelo matemático comienza con determinar los activos y pasivos del ESFA, compararlos con los activos y pasivos bajo norma local y luego con los activos y pasivos bajo norma fiscal. Recordemos que según el grupo al que pertenezca la entidad, el ESFA podría ser el 1 de enero de 2013, 2014, o incluso 2016 como el caso del sector de la salud.
Si asumimos para el grupo 2, por ejemplo, que los activos menos los pasivos representan el patrimonio (K) al final de un período (diciembre 31), tendríamos los siguientes patrimonios a comparar con la siguiente simbología: K (bajo Estándares Internacionales 2014), K (bajo norma local 2014) y K (bajo norma fiscal 2014).
Luego, efectuamos las siguientes diferencias entre los patrimonios, así: variación 1: K bajo Estándares Internacionales – K bajo norma local; variación 2: K bajo norma local – K bajo norma fiscal; y variación 3: K bajo Estándares Internacionales – K bajo norma fiscal. Así, podremos comprobar que sumadas las variaciones 1 y 2 nos daría exactamente la variación 3. Estas variaciones explican matemáticamente el paso del patrimonio bajo Estándares Internacionales al patrimonio fiscal en cada período.
Queda ahora el punto 2, que corresponde a las justificaciones normativas y que hace referencia a las reglas que sustentan para cada uno de los activos y pasivos los ajustes y reclasificaciones permitidos por la NIIF 1, y desde la norma local cada uno de los ajustes permitidos por la ley tributaria para determinar los activos y pasivos fiscales.
Para los años 2015 y 2016 en el caso del grupo 2, a la matriz de variaciones del patrimonio habría que incluir la matriz de variaciones del estado de resultado integral, comparando los tres escenarios: Estándares Internacionales, norma local y norma fiscal, las cuales se concilian cada año contra el valor del resultado dentro del patrimonio.
Queda por último explicar contable y matemáticamente las variaciones del patrimonio de 2014 al 2015 y luego al 2016, lo cual, por ejemplo, bajo Estándares Internacionales se sustenta con las variaciones en resultados, dividendos y otras partidas patrimoniales.