Héctor Sánchez, vicepresidente de ventas de BroadSoft en Latinoamérica, dice que para que la transformación digital se vea traducida en mayores fuentes de valor para las empresas, estas deben cumplir tres pasos: la conversión de datos a información, implementar acciones y transformar estas en resultados.
Héctor Sánchez, vicepresidente de ventas de BroadSoft en Latinoamérica, dice que para que la transformación digital se vea traducida en mayores fuentes de valor para las empresas, estas deben cumplir tres pasos: la conversión de datos a información, implementar acciones y transformar estas en resultados.
Para muchas personas, tendencias tecnológicas como la hiperconectividad, los dispositivos inteligentes, las plataformas conectadas y la computación en la nube, son conceptos relativamente nuevos. En un mundo conectado, las organizaciones tienen acceso a una gran cantidad de datos y a facilidades tecnológicas de gran magnitud que permiten aprovechar toda la cadena de valor en forma de información vasta y contextual.
Es aquí cuando una empresa toma la transformación digital como una ruta para aprovechar la abundancia de datos y conectividad, para cambiar la forma en que compiten y crean valor. Héctor Sánchez, vicepresidente de ventas para BroadSoft en Latinoamérica, recomienda visualizar lo anterior desde la perspectiva del cliente y examinar qué significa emprender un viaje de transformación digital en términos comerciales reales.
«La transformación digital cambia el foco de la extracción de valor de los activos duros y procesos empresariales que las empresas controlan, por información sobre esos activos y procesos de negocios. Esto permite a los negocios mejorar su funcionamiento actual, crear nuevos modelos, fuentes de valor, y mantener una ventaja competitiva. Los líderes empresariales que no aprovechen esta oportunidad verán cómo se deterioran sus modelos comerciales, su valor empresarial y dejarán de ser competitivos», dice Sánchez.
Una transformación digital implica tres pasos clave: la conversión de datos a información, proceso en que se recopila y da sentido a esos datos; implementar acciones, aquí se aprovecha la información como una acción dentro de un proceso, ya sea en una aplicación comercial o red comercial; y transformar la acción en resultados, en este último paso se reinventan los procesos de negocio, o incluso los modelos comerciales, y se crea una propuesta de valor más sólida.
Sánchez analiza de manera sistemática lo que significa la transformación digital para industrias específicas, destacando cuatro patrones esenciales. Veamos.
«El primero es actuar en el momento. Utilizando información en tiempo real para permitir que los clientes, trabajadores y proveedores aprovechen las oportunidades de las plataformas digitales y tomen medidas de colaboración en el momento de mayor impacto», afirma.
Por otra parte, está agilizar el trabajo aumentando la automatización, la usabilidad, la colaboración y los procesos en tiempo real para mejorar la eficiencia. «Lo anterior le permite interactuar en un segmento único, capturando la individualidad demandada por los clientes al mejorar la eficiencia de sus procesos», dice Sánchez.
Un tercer patrón es establecer una red de negocios conectando procesos de negocio internos, a socios del ecosistema y clientes para ofrecer un nuevo nivel de transparencia y crear valor más allá de los límites de la empresa. Al superar estos límites, se pueden aprovechar las ventajas de las nuevas redes y repensar el valor que entrega.
«Finalmente, ofrecer resultados innovadores mediante el desarrollo de nuevas soluciones, procesos, servicios y modelos comerciales de una manera ágil para crear un mayor valor para el cliente y el proveedor, y para comprender mejor qué es lo que realmente les importa a los clientes», concluye Sánchez.