La NIA 600 establece los lineamientos que debe tener en cuenta un auditor para realizar la auditoría de grupos, el modo de proceder ante el encargo y cómo deber ser la comunicación que el profesional contable deberá mantener con los auditores de las empresas componentes del grupo.
La NIA 600 establece los lineamientos que debe tener en cuenta un auditor para realizar la auditoría de grupos, el modo de proceder ante el encargo y cómo deber ser la comunicación que el profesional contable deberá mantener con los auditores de las empresas componentes del grupo.
La NIA 600 es aplicable a la auditoría de estados financieros de grupos empresariales tales como: matrices, subsidiarias, filiales y otras entidades pertenecientes a un grupo económico. Según lo establecido en esta NIA, su propósito gira en torno a “determinar si es adecuado actuar como auditor de los estados financieros del grupo”.
En este sentido, es posible que el auditor de alguna de las empresas componentes del grupo (matriz, subsidiaria, filial, etc.) esté obligado por disposiciones legales o reglamentarias específicas, o por otro motivo, a emitir su opinión sobre los estados financieros de un componente. En ese caso, el auditor del grupo como unidad económica puede hacer uso de “la evidencia de auditoría en la que se basa la opinión de auditoría sobre los estados financieros del componente como evidencia de auditoría para la auditoría del grupo” y aplicar lo indicado en la NIA 600.
Así, es indispensable que el profesional encargado del proceso de auditoría evalúe si existe claridad en la comunicación que tiene con los auditores de los componentes y el grado de suficiencia y calidad de la evidencia obtenida en el proceso de consolidación, pues de ello dependerá la calidad de la opinión de los estados financieros del grupo.