En el proceso de auditoría, el auditor externo puede evaluar la necesidad de utilizar el trabajo de un auditor interno o de auditores especializados en otras áreas, para lo cual deberá atender los lineamientos estipulados en las Normas Internacionales de Auditoría 610 y 620.
En el proceso de auditoría, el auditor externo puede evaluar la necesidad de utilizar el trabajo de un auditor interno o de auditores especializados en otras áreas, para lo cual deberá atender los lineamientos estipulados en las Normas Internacionales de Auditoría 610 y 620.
La NIA 610 abarca las responsabilidades que tendrá el auditor externo cuando utilice para su ejercicio el trabajo realizado por un auditor interno de la entidad.
Por su parte, la NIA 620 hace referencia a los aspectos que debe tener en cuenta el auditor cuando decida recurrir al trabajo de otro experto para fortalecer sus evidencias, lo cual es de alta relevancia debido a que, aunque el auditor y el contador de una organización deben tener conocimiento sobre el tipo de negocio, no están obligados a manejar los conocimientos técnicos propios de la operación y, por tal motivo, pueden llegar a requerir en algún momento el apoyo de otro profesional.
En este sentido, el estudio de ambas normas es indispensable, pues en cualquiera de los casos el auditor debe tener clara la responsabilidad que sobre él recae cuando acude al trabajo de otra persona, bien sea interna o externa a la organización.