Santiago Montenegro y Juan Pablo Romero Ríos coinciden al afirmar que el sistema pensional nacional es desigual e inequitativo debido al RPM y la forma como se administra. Para ellos es claro que este sistema únicamente beneficia a las personas que tienen los ingresos más altos en el país.
Santiago Montenegro y Juan Pablo Romero Ríos coinciden al afirmar que el sistema pensional nacional es desigual e inequitativo debido al RPM y la forma como se administra. Para ellos es claro que este sistema únicamente beneficia a las personas que tienen los ingresos más altos en el país.
Santiago Montenegro, presidente de Asofondos afirma en entrevista con Actualícese que el régimen de prima media –RPM– únicamente beneficia a las personas con ingresos más altos en Colombia, las cuales tienen trabajos estables en el sector formal y logran cotizar las 1.300 semanas exigidas por este régimen.
«Este sistema le garantiza a los más ricos una tasa de reemplazo más alta, calculada como un porcentaje del salario de los últimos 10 años. No obstante, las mesadas en el RPM son financiadas con las cotizaciones de los trabajadores más vulnerables y con un tercio de los ingresos tributarios del país. La existencia de este régimen se ha convertido en una carga para todos los colombianos, y en una fuente de profunda desigualdad», dice Montenegro.
Montenegro explica que, por otra parte, el régimen de ahorro individual con solidaridad –RAIS– beneficia al 95 % de los trabajadores del país. «En este, los trabajadores con ingresos entre uno y dos salarios mínimos pueden acceder más fácilmente a una pensión, debido a que solo tienen que cotizar por 1.150 semanas y cumplir con el monto del capital requerido. Por su parte, las personas de ingresos medio-altos y altos pueden acceder a una pensión de vejez con su propio ahorro, independientemente de las edades y las semanas cotizadas», describe el presidente de Asofondos.
El presidente de Asofondos es tajante al indicar que la fuente de desigualdad en el sistema pensional colombiano se encuentra en el régimen público. Desde su punto de vista, solo un 10 % de los afiliados al régimen de prima media se va a jubilar, y por mucho tendrán una indemnización sustitutiva de 4 millones de pesos.
«El sistema se financia con los recursos de los más pobres, a una tasa de interés de 0 % real para otorgarle un subsidio a quienes tuvieron ingresos más altos y vidas laborales más formales. Esto es inadmisible y es uno de los elementos que se debe afrontar en una reforma pensional», afirma Montenegro.
Juan Pablo Romero Ríos, abogado especialista en derecho laboral de la firma Cuberos Cortés Gutiérrez coincide con el punto de vista de Montenegro en diálogo con Actualícese. «Nuestro sistema pensional es desigual e inequitativo, debido al RPM administrado por Colpensiones, porque en este régimen los subsidios que otorga el Estado con cargo al presupuesto general de la nación son destinados a aquellos afiliados de mayores ingresos en lugar de a los que perciben menores ganancias», explica.
Este fenómeno se presenta porque en el RPM el Estado garantiza el pago de las pensiones a aquellos afiliados que cumplan con las semanas de cotización, indiferentemente de si alcanzan o no para financiar una renta vitalicia.
Romero Ríos dice que mientras para una pensión de un salario mínimo legal el Estado aporta la suma de $88.000.000, para una de 25 salarios mínimos aporta $1.222.000.000. En Colombia, las mesadas del quintil de ingresos más altos de la población recibe el 50,8 % de los subsidios y las del quintil 4 reciben el 23,4 %, mientras que las mesadas del quintil más bajo solo reciben el 4,3 %. Como se observa, en el RPM el efecto es contrario al de Robin Hood, pues la riqueza no se distribuye hacia los afiliados de menores ingresos, sino a los de mayores ingresos.