La mitigación del riesgo de fraude debe estar en la agenda de la alta dirección empresarial, ya que cada vez más se reclama su participación, conocimiento, respuesta y hasta responsabilidad en este tipo de eventos. El 39 % de los empresarios colombianos reconocen haber sido víctimas de fraude.
La mitigación del riesgo de fraude debe estar en la agenda de la alta dirección empresarial, ya que cada vez más se reclama su participación, conocimiento, respuesta y hasta responsabilidad en este tipo de eventos. El 39 % de los empresarios colombianos reconocen haber sido víctimas de fraude.
¿Será que estamos teniendo más consciencia del fraude y por lo tanto estamos reconociendo en una mejor medida su existencia? Esta es una de las inquietudes planteadas en los resultados de la Encuesta Global Crimen Económico 2018 Colombia: Fraude al Descubierto, elaborada por PwC.
Los resultados en las compañías colombianas muestran un crecimiento del fraude; hoy el 39 % de los encuestados reconocen haberlo sufrido, comparado con el 32 % de la encuesta realizada en el 2016.
Pero así como ha aumentado el fraude en las empresas, hoy somos más conscientes de su presencia. «Es el riesgo reputacional y la exposición que se tiene en la materialización de un fraude los temores del empresariado nacional. Las noticias malas viajan rápido, y con las comunicaciones digitales que existen hoy, viajan literalmente a la velocidad de la luz. Este fenómeno ocurre en todos los continentes y en todos los países, no importa su nivel de desarrollo; las comunicaciones están llegando a todos los lugares del mundo y con ellas el riesgo reputacional se irradia como una ráfaga de luz. Hoy se observa una gran preocupación por este tema y con ello hay una gran cantidad de signos de convergencia sobre los estándares de transparencia y el comportamiento ético del individuo», afirma el informe de PwC.
¿Qué actividades emergen para pensar que estamos combatiendo este flagelo de la manera correcta? Una de ellas es la tecnología, que si bien nos vuelve vulnerables ante ciertas problemáticas como la seguridad informática, también nos puede dar herramientas que nos permitan dar un paso adelante en la lucha contra el fraude. Si utilizamos la tecnología en toda su capacidad predictiva, también podemos incrementar nuestra capacidad de protegernos.
Pero existe un factor fundamental que no se puede dejar de lado, ya que es definitivamente el principal actor en este proceso: el ser humano. Detrás de cada máquina, detrás de cada fraude, hay un ser humano protagonista en este escenario. ¿Cuántas y cuáles son las razones para que un individuo o un tercero de una compañía decida involucrarse en cometer un fraude? «Son muchas las razones que podemos enumerar, pero hay una común a todos, los principios y valores que rigen una sociedad de bien pasan a un segundo plano, y el individuo está dispuesto a sobrepasarlos y asumir el riesgo y las consecuencias que de él se deriven, a costa de conseguir sus objetivos», indica la encuesta.
PwC indica que la mitigación del riesgo de fraude debe estar en la agenda de la alta dirección, pues cada vez más se reclama su participación, conocimiento, respuesta e inclusive responsabilidad en cada uno de estos eventos. «El riesgo de fraude es un desafío para todos y debemos estar involucradas todos y cada uno de los funcionarios de una organización», indica la consultora.
De acuerdo con la muestra abordada, los siguientes son los crímenes económicos con mayor probabilidad de ocurrencia en Colombia: