Subsidios del régimen público en manos de los más ricos: ¿el problema real del sistema pensional?
Mientras Juan David Correa y Miguel Largacha, presidentes de Protección y Porvenir, respectivamente, insisten que los subsidios del régimen público se deben reubicar. Juan Miguel Villa, presidente de Colpensiones indica que el régimen privado también presenta inequidades y los fondos privados no pueden ser la única opción.
Mientras Juan David Correa y Miguel Largacha, presidentes de Protección y Porvenir, respectivamente, insisten en que los subsidios del régimen público se deben reubicar, Juan Miguel Villa, presidente de Colpensiones indica que el régimen privado también presenta inequidades y los fondos privados no pueden ser la única opción.
Uno de los puntos en los que la gran mayoría de los conferencistas y panelistas coincidieron durante el XII Congreso FIAP – Asofondos: ahorrar hoy es pensar en el futuro, fue el tema de los subsidios que entrega el régimen público y llegan a manos de personas que tienen mucho dinero y no los necesitan. ¿Hay que eliminarlos?, ¿reubicarlos?
Juan David Correa, presidente de Protección afirma en Actualícese que los subsidios, desafortunadamente, están mal ubicados, ya que van a parar a manos de personas que pertenecen a los quintiles cuatro y cinco. «Una persona que tiene un tope de cotización de 25 smmlv puede obtener un subsidio bastante alto», advierte.
Correa dice que si estos subsidios se utilizaran para programas como BEPS y Colombia Mayor podría verse un crecimiento hasta del 240 %. «Quien hoy recibe $75.000 mensuales podría llegar a tener hasta $250.000, si se reubicaran los subsidios del régimen público», explica.
El presidente de Protección enfatiza que como colombianos tenemos que entender la anterior situación, ser justos y equitativos. Afirma que la decisión de las personas no puede ser irracional. «Hay que tener un sistema integral para la vejez que de verdad proteja y garantice que los colombianos tengan un mejor futuro», dice.
Para él, la discusión de la reforma pensional debe ser técnica, juiciosa; no debe darse en medio de ideologías ni pensamientos políticos. Se debe aumentar la cobertura, porque en Colombia esta es baja; por debajo del 30 %.
Por su parte, Miguel Largacha, presidente de Porvenir resalta en diálogo con Actualícese que el 2,1 % del PIB del país se está concentrando en los subsidios y cerca del 80 % de estos está llegando a manos de personas de altos ingresos.
«La anterior situación es un Hood Robin: llevarle a los ricos lo que no necesitan. Los subsidios deben existir, pero deben llegar a las manos de la población necesitada del país. No puede ser que quienes pertenecen a Colombia Mayor, millón y medio de beneficiarios, reciban $75.000 mensuales; una suma muy lejana de la línea de bienestar», critica Largacha.
El presidente de Porvenir afirma que hay que trabajar en una ley que reforme y modifique el sistema de protección para la vejez.
Desde la otra orilla, el punto de vista de Colpensiones
Frente a este tema, Juan Miguel Villa Lora, presidente de Colpensiones aseguró que en el régimen pensional privado también hay inequidad. «No solamente se puede ver el régimen de prima media, sino otros factores. No nos podemos quedar únicamente con la opción de los fondos privados», recalca.
Villa Lora explica que lo que llaman “subsidios” realmente se trata de las transferencias de la nación para poder completar el pago de las pensiones. El año pasado las mesadas, a través de los subsidios, alcanzaron los 9,2 billones de pesos.
El presidente de Colpensiones explica que la anterior institución contaba con unas reservas, las cuales se agotaron en 2003 por las dinámicas que sufrió el sistema. «En un mes, por ejemplo, las personas que reciben uno o dos salarios mínimos nos cuestan 1 billón de pesos, mientras que los que tienen entre 20 y 25 salarios mínimos cuestan 6.900 millones de pesos», asegura.
Este año el presupuesto del Gobierno para transferencias a pensiones es de 40 billones de pesos, de los que 14 billones son para Colpensiones; el resto está destinado a regímenes especiales, como el de Fopep, Fuerzas Militares y Fomag.