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Dime qué edad tienes y te diré cómo se mueven tus finanzas personales

La tarjeta de crédito y cuentas de ahorro se consolidan como vía de entrada al sistema financiero formal por parte de los colombianos, sin importar la edad que tengan. Mientras los mayores de 65 años no creen en la banca digital, las otras generaciones piensan que la tecnología les facilita la vida.

Fecha de publicación: 20 de junio de 2019
Dime qué edad tienes y te diré cómo se mueven tus finanzas personales
Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

La tarjeta de crédito y cuentas de ahorro se consolidan como vía de entrada al sistema financiero formal por parte de los colombianos, sin importar la edad que tengan. Mientras los mayores de 65 años no creen en la banca digital, las otras generaciones piensan que la tecnología les facilita la vida.

“El rezago en términos de acceso tiene dos razones: una, presentan problemas de inserción al mercado laboral comparado con otros grupos de edades. Dos, la mayoría estudia y depende económicamente de sus padres y demandan pocos servicios financieros”

El 12 de junio de 2019, la Banca de las Oportunidades y la Superintendencia Financiera presentaron el Reporte de inclusión financiera 2018, en el que uno de sus capítulos responde a la pregunta: ¿Cómo es la inclusión financiera de los colombianos según la edad que tienen?

Generación Z o centennials (18-25 años)

  • Se caracterizan por ser grandes consumidores que esperan que las tecnologías digitales les facilite la vida. Muchos están ingresando o estudiando en la universidad, lo que significa que demandan créditos estudiantiles, productos transaccionales y tarjetas de crédito con costos ajustados a su capacidad de pago.
  • En Colombia, 6,8 millones de adultos tenían este rango de edad y correspondían a la generación más alejada del sistema financiero formal. A diciembre de 2018 el 57,3 % de los adultos jóvenes entre 18 y 25 años tenía acceso a algún producto financiero.
  • De los centennials incluidos financieramente, 3,4 millones tenía un producto activo y/o vigente, que corresponde a un nivel de uso del 85,8 %.
  • El rezago en términos de acceso tiene dos razones: una, presentan problemas de inserción al mercado laboral comparado con otros grupos de edades. Dos, la mayoría estudia y depende económicamente de sus padres y demandan pocos servicios financieros.
  • El 54,5 % de los centennials tenía al menos un producto de depósito, que corresponde a 3,7 millones de adultos. 3,6 millones de centennials tenían cuenta de ahorro, haciéndola el producto de mayor penetración en este grupo. Las cuentas corrientes y los CDT fueron los instrumentos de ahorro y depósito que menos tenían.
  • 1,4 millones de centennials (21,1 % del total de ese grupo), por su parte, contaban con al menos un producto de crédito vigente. La baja penetración del crédito se debe a que muchos carecen de ingresos laborales, garantías o historial crediticio. El producto de crédito más popular para la generación Z fue la tarjeta de crédito.

Generación Y o millennials (26-40 años)

  • A nivel financiero son más conservadores. Valoran la tecnología y las plataformas financieras, al mismo tiempo que las sucursales físicas. Esta generación usa todos los canales financieros más que las otras generaciones.
  • En Colombia, la población entre 26 y 40 años se estima en 11 millones de personas, es decir, el 32,1 % de los adultos del país. De ellos, un total de 9,7 millones tenían al menos un producto financiero, lo que se traduce en un indicador de inclusión financiera del 87,7 %. De los incluidos financieramente, cerca de 8,5 millones tenían al menos un producto financiero activo o vigente, por lo que el nivel de uso se ubicó en 87,8 %.
  • Más de 9,3 millones de millennials contaban con al menos un producto de depósito; 84,7 % de su población. El producto con mayor penetración fue la cuenta de ahorros, con 9,1 millones de personas, seguida por los depósitos electrónicos y las cuentas de ahorro electrónicas. La cuenta corriente y los otros productos de ahorro fueron también los de menor penetración.
  • En cuanto acceso al financiamiento, 5,1 millones de millennials contaban con al menos un producto de crédito vigente, que corresponde al 46,3 % de la población con esta edad. El producto más popular dentro de este segmento fue la tarjeta de crédito, en el que el 31,1 % (3,4 millones de deudores) tenían este producto, seguido por el crédito de consumo con el 22,8 % (2,5 millones) y el microcrédito con el 9,4 % (un millón).

Generación X o baby boomers (41-65 años)

  • La mayoría de quienes pertenecen a esta generación conoce bien la oferta de productos financieros que existe en el mercado y su mayor preocupación son sus compromisos y obligaciones financieras.
  • Esta generación es la que tiene más habitantes en Colombia; se estima que corresponde al 37,2 % de la población adulta. A 2018, los baby boomers fueron los más incluidos financieramente. El 89,1 % (11,4 millones de adultos) tenía acceso a algún producto financiero formal. De estos, casi 9,5 millones contaba con al menos un producto financiero activo o vigente, lo que representa un nivel de uso del 83,3 %.
  • La cuenta de ahorros fue el producto predominante en esta segmento, con 10,5 millones de personas accediendo a ella, seguido de los depósitos electrónicos y las cuentas de ahorro electrónicas. El nivel de uso de los productos de depósito fue del 74,7 % y, en particular, el de la cuenta de ahorros fue del 63,4 %.
  • Las personas de esta generación son las que más acceden al crédito. 6,2 millones de adultos entre los 41 y 65 años tenían al menos un crédito vigente. Al igual que los anteriores grupos etarios, la mayor penetración la tenía la tarjeta de crédito; el 31,1% contaba con este producto.

Inclusión financiera para los mayores a 65 años

  • Esta generación se caracteriza por hacer un menor uso de innovaciones tecnológicas y prefiere usar medios y canales convencionales. Un alto porcentaje no usa la banca digital por temor a realizar transacciones o falta de confianza. Prefieren los canales físicos, en los cuales pueden tener contacto directo con un asesor de la entidad financiera.
  • Los adultos mayores a 65 años tienen el segundo menor indicador de inclusión financiera después de los centennials. El 77,5 % tenía al menos de un producto financiero (2,9 millones), pero evidencian el menor nivel de uso con 72,1 %.
  • Los adultos mayores a 65 años contaban con el segundo menor nivel de acceso tanto en términos de los productos de depósito como de crédito. 2,7 millones de adultos, el 74,3%, tenían al menos un producto de depósito, mientras que el 65,7 % tenía al menos uno de estos productos activo. La mayoría, es decir, cerca de 2,6 millones, contaba con una cuenta de ahorro.
  • La proporción de adultos mayores con cuentas de ahorro electrónicas, cuentas de ahorro de trámite simplificado o depósitos electrónicos fue inferior al 4 %.
  • Respecto al acceso a financiación, solo el 31,4 % de los adultos mayores tenía un producto de crédito vigente. El 18,4 % de la población de este segmento tenía crédito de consumo y el 18,1% tarjeta de crédito.

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