Los costos indirectos de fabricación bajo Estándares Internacionales deben distribuirse a cada unidad de producto, siguiendo los lineamientos del párrafo 13.9 del Estándar para Pymes, que requiere que estos se distribuyan de acuerdo con la comparación entre la capacidad normal y real de producción.
Los costos indirectos de fabricación bajo Estándares Internacionales deben distribuirse a cada unidad de producto, siguiendo los lineamientos del párrafo 13.9 del Estándar para Pymes, que requiere que estos se distribuyan de acuerdo con la comparación entre la capacidad normal y real de producción.
Los costos indirectos de fabricación –CIF– son el tercer elemento del costo de un producto o servicio junto a la materia prima –MPD– y la mano de obra –MOD–. Los CIF corresponden a todas aquellas erogaciones en las que debe incurrir una entidad para la producción de sus mercancías, cuya particularidad está en que no pueden asignarse de manera exacta a una sola unidad de producto, por lo que esto se debe hacer mediante el uso de inductores.
Algunos ejemplos de CIF son los servicios públicos, implementos de aseo y cafetería del área de producción, canon de arrendamiento de la planta o de la maquinaria utilizada en el proceso de producción, gastos de nómina de algunos empleados como el supervisor o el jefe de producción, y algunos materiales que no puede asignarse fácilmente al producto, como es el caso del hilo utilizado en una fábrica textil.
Los CIF, de acuerdo con su comportamiento, pueden ser fijos o variables. Los fijos son aquellos que no se ven afectados por los cambios en el nivel de producción. Entre ellos están el arrendamiento del espacio donde funciona la planta, el salario del supervisor de la misma y su impuesto predial.
Los variables, por su parte, son aquellos que dependen del nivel de producción. Entre otros se pueden identificar como CIF variables los materiales indirectos, los servicios públicos y la depreciación de la maquinaria y el equipo de producción (cuando se utiliza un método de depreciación basado en unidades o en horas de producción).
Ahora bien, en cuanto a los requerimientos de las Normas de Información Financiera el párrafo 13.9 del Estándar para Pymes señala que:
La norma señala que al final de cada período la entidad debe evaluar cuáles son los CIF fijos que realmente ha ejecutado, y distribuirlos sobre la base de su capacidad normal, o sobre la capacidad real de producción siempre que esta se aproxime a la capacidad normal.
La capacidad normal de los medios de producción es el nivel o el número de unidades que es capaz de producir la entidad durante un período determinado utilizando eficientemente sus recursos, es decir, sin incurrir en niveles importantes de desperdicio o períodos prolongados de cierre por circunstancias extraordinarias. Para hallarla se requiere observar la experiencia de varios períodos y el estudio del tiempo que la entidad dedica a mantenimiento, cambios de turnos o cualquier otro retraso que se presente frecuentemente.
El uso de esta capacidad normal conlleva a que existan variaciones respecto a la capacidad real que obtiene la entidad al final del mes. Pueden darse dos situaciones:
La capacidad real está por debajo de la capacidad normal
El Estándar señala específicamente que la entidad no debe incrementar el costo indirecto fijo distribuido a cada unidad como consecuencia de una producción por debajo de su capacidad. En su lugar requiere que la entidad asigne los CIF fijos a cada producto bajo la tasa obtenida utilizando la capacidad normal, y que reconozca la diferencia en los resultados del período. Por ejemplo, imaginemos una entidad a partir de los siguientes datos:
CIF fijos |
$10.000 |
Capacidad normal de producción en unidades |
50 |
Capacidad real de producción en unidades |
30 |
Sobre tal información la entidad evalúa la tasa de distribución de los CIF fijos y se da cuenta de que esta está por debajo de la capacidad normal:
Tasa de los CIF fijos en la capacidad normal de producción ($10.000 / 50) |
$200 |
Tasa de los CIF fijos en la capacidad real del período ($10.000 / 30) |
$333 |
No obstante, y siguiendo el requerimiento de la norma, la entidad debe reconocer los CIF fijos sobre la capacidad normal, y llevar la diferencia a una cuenta del estado de resultados:
CIF fijos sobre la capacidad normal (30 unidades x $200) | $6.000 |
El registro contable sería el siguiente:
Cuenta |
Débito |
Crédito |
CIF fijos |
$6.000 |
|
Gasto – Desperdicio de costos indirectos |
$4.000 |
|
CIF aplicados |
$10.000 |
La capacidad real está por encima de la capacidad normal
Por el contrario, si la producción hubiera excedido los niveles normales el costo que se le reconoce a cada producto debería habérsele disminuido para no sobrevalorar el que se le reconoce a cada unidad de producto, es decir, este último costo se distribuye sobre la capacidad real y no sobre la normal. Haciendo uso del mismo ejemplo mencionado en el apartado anterior supongamos que el nivel de producción es de 80 unidades:
|
|
CIF fijos |
$10.000 |
Capacidad normal de producción en unidades |
50 |
Capacidad real de producción en unidades |
80 |
El análisis de la tasa que se asigna por cada unidad se realiza a continuación:
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|
Tasa de los CIF fijos en la capacidad normal de producción ($10.000 / 50 unidades) |
$200 |
Tasa de los CIF fijos en la capacidad real del período ($10.000 / 80 unidades) |
$125 |
La entidad debe asignar los CIF fijos sobre la capacidad real de producción, en este caso 80 unidades, por lo cual el costo unitario de cada producto disminuiría. Para proceder con dicho cálculo realiza el siguiente registro:
Cuenta |
Débito |
Crédito |
CIF fijos |
$10.000 |
|
CIF aplicados |
$10.000 |
Los costos indirectos de fabricación variables deben distribuirse sobre la capacidad real de producción, porque dependen directamente del nivel de producción, y en esa medida no requieren de un análisis sobre el nivel presupuestado de la misma.