Según Moody’s, la consolidación fiscal del país a partir de 2020 será difícil, por lo que a través de una nueva reforma tributaria se esperará estabilizar el recaudo en ese sentido. Calificación de Colombia podría bajar si las cifras del crecimiento de la inversión y el consumo no repuntan.
Según Moody’s, la consolidación fiscal del país a partir de 2020 será difícil, por lo que a través de una nueva reforma tributaria se esperará estabilizar el recaudo en ese sentido. Calificación de Colombia podría bajar si las cifras del crecimiento de la inversión y el consumo no repuntan.
El 11 de junio la calificadora de riesgos Moody’s realizó el foro Inside LatAm 2019 – Colombia, donde una de las conclusiones a las que se llegó fue que la forma en la que fue aprobada la Ley de financiamiento podría llevar a que la consolidación fiscal del país se haga más difícil a partir del próximo año.
Desde el punto de vista de Renzo Merino, analista de Moody’s, lo aprobado en materia tributaria en 2018, de la mano de la Ley de financiamiento, conllevará a que la consolidación fiscal de los próximos años, a partir de 2020, sea una tarea más compleja para el Gobierno nacional.
Con esta advertencia queda claro que la posibilidad de una nueva reforma tributaria está rondando el ambiente. Esta nueva reforma tendría el objetivo de recomponer las cargas y estabilizar el recaudo tributario, según Moody’s.
“La dificultad obligaría al Ejecutivo a adoptar medidas para compensar lo que hasta cierto punto va a perder en recaudación en el próximo año debido a como se adoptó la reforma tributaria”, señala Merino. Eso sí, reconoce que el Gobierno congeló “prudentemente parte del presupuesto de 2019 y ha ido gestionando su liquidez para controlar estos gastos, si es que finalmente se dan”, lo que le permitiría a la presidencia de Iván Duque cumplir con la meta fiscal de 2,4 % para este año.
Para Merino, si las expectativas del crecimiento de la inversión por efectos de las ventajas aprobadas en la reforma tributaria no se concretan, y si el consumo no repunta, se verían cifras de crecimiento a la baja, lo que la calificadora entraría a revisar.
La modernización de la Dian y la implementación de la factura electrónica son dos de las medidas que resalta la calificadora de riesgo para que la actividad recaudadora se fortalezca en Colombia. Un par de medidas que son vistas como ayuda, para compensar un poco la pérdida de recursos por la reforma tributaria aprobada el año anterior.
Retos como controlar la corrupción, la efectividad del Gobierno para fomentar sus políticas y la credibilidad de los programas macroeconómicos son puntos que hacen que Colombia no tenga una calificación mayor. Además, Moody’s considera que el nivel de recaudo del país es muy bajo comparado con otras economías de la región, pese a que cada dos años se están llevando a cabo reformas fiscales.
Como lo recuerda el comentario del día de la Anif, publicado el 11 de junio de 2019 y titulado Calificadoras de Riesgo Soberano: su visión 2019-2020, Moody’s optó por mejorar su perspectiva sobre riesgo soberano para Colombia al pasarla de negativa a estable en su reporte de mayo de 2019. Su argumentación radicó en que ve mejores perspectivas de crecimiento, en el rango 3 % – 3,5 %, en el horizonte 2019 – 2020; y en el cumplimiento de la meta de déficit fiscal bajo la nueva regla flexibilizada de un 2,7 % del PIB en 2019.
Sin embargo, al igual que otras calificadoras y organismos internacionales como el FMI y la OCDE, Moody’s continúa preocupada por la baja relación recaudo neto–PIB de solo un 14 % (o menos), y por el deterioro de la cuenta externa ante la baja diversificación exportadora de Colombia. Por lo anterior, la calificadora proyecta que «en ausencia de cambios estructurales, será difícil que Colombia reduzca sus actuales déficits, desde sus niveles actuales del 3 % del PIB en el déficit del Gobierno Central y del 4 % del PIB en la cuenta corriente».
La proyección realizada durante el foro Inside LatAm 2019 – Colombia, es que la economía nacional crezca este año 3,0 % por debajo de la estimación que tiene el Gobierno de 3,6 %.