El futuro ya está aquí. La demanda ha seguido creciendo para la disponibilidad de sistemas de contabilidad más inteligentes y dinámicos. Aunque la adopción ha sido bastante lenta, especialmente cuando se trata de IA, parece que el panorama, finalmente, empieza a cambiar para los contadores públicos.
Referirnos al año 2020 nos evoca cierta sensación de que ya deberíamos estar visitando planetas lejanos, compartiendo en familia con robots humanoides capaces de razonar, amar u odiar. Esas son las imágenes que nos dejó en la retina el genial Stanley Kubrick, quien con películas de ciencia ficción con más de 50 años de estrenadas, otrora vanguardistas, planteaba desde ese momento un futuro en el cual la tecnología estaba a disposición del hombre, no solo para conquistar el espacio, sino también para suplir, incluso, las ansias de ser amados.
Entre los grandes cuestionamientos que este futurista del cine planteaba en sus cintas, estaba el uso de la inteligencia artificial –IA–, la cual se centra en la creación de programas y mecanismos que pueden mostrar comportamientos considerados inteligentes. En otras palabras, la IA es el concepto según el cual “las máquinas piensan como seres humanos”.
A pesar de que lo anterior pueda sonar como “ciencia ficción de la era espacial”, este concepto no está de ninguna manera desligado de los contadores públicos, para quienes analizar datos puede ser una tarea que consume, innecesariamente, seis o más horas por semana. En muchos casos, esta tarea puede ser automatizada. Como lo afirma el artículo titulado “¿Cómo utilizar la inteligencia artificial hoy?”, publicado en el portal web AccountancyAge, el tiempo es sinónimo de dinero, y el ingreso de datos toma una gran cantidad de tiempo del día de un contador, quien, gracias a la IA, comienza a recuperar parte de dicho tiempo para aplicarlo a procesos con mayor valor, mediados por el logro de objetivos que se traducen en decisiones adecuadas, eficaces y oportunas.
Las actividades administrativas, financieras y contables son campos donde se pueden aplicar técnicas de IA, como los sistemas expertos, pues cumplen con los requisitos necesarios para este tipo de desarrollo. Con ellos se pueden lograr las tareas de interpretación, predicción, diagnóstico, diseño, planificación, instrucción y control. Sin lugar a duda, la rama de la contabilidad en la que se han desarrollado más sistemas expertos es la auditoría, con apoyo, hay que decirlo, de las grandes multinacionales de auditoría.
El futuro, como lo planteaba Kubrick, ya está aquí, y aunque la demanda ha seguido creciendo para la disponibilidad de sistemas de contabilidad más inteligentes y dinámicos, la adopción ha sido bastante lenta, especialmente cuando se trata de IA. No obstante, parece que el panorama, finalmente, empieza a cambiar; pero, ante todo, lo que debemos modificar es nuestra mentalidad, cambiando la visión que tenemos sobre los contadores: apreciarlos como profesionales independientes con visión estratégica del negocio de cada uno de sus clientes, en vez de verlos como tenedores de libros, liquidadores de impuestos y de nóminas de empresas.
*Autor:
María Cecilia Zuluaga