Los revisores fiscales desarrollan, en su labor, una comprensión del negocio de sus clientes, entendiéndolo desde sus riesgos y fortalezas. Por eso pueden trabajar de la mano de sus clientes, actuando como “asesores” que los lleven a repensar sus estrategias.
Estos son algunos de los comentarios de una lista infinita de referencias negativas a los revisores fiscales. Estoy seguro de que usted ha escuchado alguna en cualquier momento.
Se tiene la impresión de que la profesión de revisor fiscal no es para el joven recién graduado, inteligente y ambicioso. De hecho, he escuchado a algunos profesores, antes de los preparatorios y demás pruebas para optar por el grado de contador público, instando a otros a aprobar a alguien, diciendo: «nunca se sabe quién puede convertirse en revisor fiscal«.
Puede ser útil comprender cuán «irrazonables» son los revisores fiscales, al revivir una pequeña experiencia en la que traté de explicarle a un muy joven recién graduado lo siguiente:
Estaba charlando con un grupo de jóvenes, recién graduados de Contaduría Pública, que estaban analizando si seguir su carrera como revisores fiscales, justo en una clase de un diplomado de Normas Internacionales de Auditoría y Aseguramiento de Información. Uno de ellos preguntó por qué emprender una carrera tan aburrida y no quedarse con sus amigos de Ingeniería Mecánica de la universidad, acondicionando y conduciendo megabuses de pasajeros para los clientes.
Aparentemente, este equipo de amigos estaba considerando seriamente continuar el proyecto y convertirlo en un negocio serio. Este fue un pequeño desafío para mí, ya que quería, por un lado, mantener a este brillante graduado en mi equipo, pero, por otro lado, quería ofrecerle consejos genuinos para que tomara una buena decisión.
Entonces le pedí que nos describiera a todos en el grupo de qué se trataba este negocio y cómo se manejaba. Todos estuvimos de acuerdo en que la mejor manera de describirlo era enumerando, incluso al azar, los riesgos involucrados en el negocio.
Fue sorprendente cómo esto generó mucho interés y entusiasmo entre todos los alumnos, todos ellos haciendo preguntas y sugiriendo riesgos que eran muy válidos, entre ellos:
Y así, ¡terminamos con una larga lista!
Luego acordamos separar la lista en dos grupos:
Estos son los inherentes o propios al tipo de negocio, por ejemplo:
Todos los negocios se enfrentan a diferentes riesgos inherentes según sea la naturaleza de ese negocio, así como del entorno donde opera.
Los riesgos de control se asociaron con los controles reales que el equipo implementó para garantizar el éxito de los objetivos finales o estratégicos de su negocio.
En otras palabras, cuando se hacen preguntas de qué puede salir mal, se pueden identificar puntos de control. Por ejemplo, inspeccionar los sistemas de cada vehículo justo antes de salir a efectuar cada ruta involucra, entre otros:
Todas las entidades se enfrentarán a los riesgos de negocio. Es obligación de la gerencia garantizar que los controles se incorporen a todos los procesos de las operaciones, para asegurar que las cosas no salgan mal.
Si observamos cuidadosamente, los dos primeros elementos del riesgo de auditoría (el riesgo inherente y el riesgo de control) en realidad son lo que todos reconocemos como ¡riesgo de negocio!
Riesgo de negocio = Riesgo inherente X Riesgo de control
El riesgo de negocio es el enfoque de riesgo que adoptan los revisores fiscales, para determinar y planificar su trabajo. Dicho riesgo termina siendo fundamental y beneficioso para los clientes, como veremos en seguida.
Como los revisores fiscales necesitan una mayor comprensión del negocio del cliente, crean grandes bases de datos de información sobre la economía, el mundo de los negocios y el sector al que pertenecen.
Por lo tanto, pueden trabajar con el cliente y servir como un punto de «asesoramiento» en el que los clientes pueden repensar sus estrategias, sus operaciones, su competitividad, sustentabilidad y sostenibilidad.
Luego volvimos a la labor de un revisor fiscal, cuyo trabajo es dar sentido a todo este análisis.
Los riesgos de auditoría se describen en una ecuación simple que guía al revisor fiscal a través de su trabajo:
Riesgo de auditoría = Riesgo inherente X Riesgo de control X Riesgo de detección
Esta ecuación dice que el riesgo de que un revisor fiscal no identifique errores u omisiones, y, por ende, no las plasme en su informe y termine siendo responsable por negligencia, depende de:
Para el joven recién graduado, significa que pasar unos años practicando la profesión de revisor fiscal mejoraría sus conocimientos y habilidades como profesional de negocios, para que:
Nota: Algunos apartes fueron tomados del artículo escrito por el Sr. Marinos Athanassiou, director de GnosisLearning.
Gabriel Gaitán León
Contador público
MBA – CertIFR – CertIAS
Socio de G&G INTEGRAL DE CONSULTORÍA LTDA.
gabrielgaitanleon@hotmail.com