El nuevo enfoque de la profesión es hacia la contabilidad en línea, con énfasis de gestión empresarial, información oportuna y de calidad para la toma de decisiones financieras y estratégicas gerenciales, por lo que nuestro rol pasa a ser el de un estratega empresarial en lo económico y financiero.
Termina el mes de marzo de 2020, que comenzó el 1.º con el Día del Contador Público en Colombia (celebrado desde 1975, es decir, hace 45 años) y siguió con el Día de la Mujer (marzo 8). Recordemos que la mujer contadora es mayoría en la carrera. Representan el 68 % del total de integrantes de nuestra profesión.
Estamos en cuaresma y quién se iba a imaginar el tremendo cambio en tan pocos días. Nos llegó el coronavirus (COVID-19) con un cambio profundo: confinamiento y teletrabajo a la fuerza, reingeniería en todos los órdenes. Ya habíamos anticipado desde hace tiempo que el mundo y nuestra contabilidad cambiarían; por ende, el ejercicio de la contaduría pública ha venido experimentando grandes cambios, en tecnología con la Revolución 4.0, la robótica, el blockchain, las mismas NIC-NIIF. Todo esto nos hace dejar de lado la teneduría de libros y la digitación, con software ERP en la nube.
Y en cuanto a impuestos, ya no es solo diligenciar formularios de impuestos, ya sabemos que la Dian ha cambiado de imagen y se encamina a las declaraciones virtuales. La facturación electrónica va a significar que cerca de un 60 % de la información, tanto de clientes como proveedores, ya se puede obtener directamente de los códigos de dichos documentos, sin necesidad de nueva digitación o reprocesos.
El enfoque es hacia la contabilidad en línea, digital, con énfasis de gestión empresarial, información oportuna y de calidad para la toma de decisiones financieras y estratégicas gerenciales, por lo que nuestro rol trasciende al del asesor para convertirse en el de un estratega empresarial, en lo económico y financiero.
Ahora aparece o se hace más notorio el enfoque ambiental y social de nuestra contabilidad. Ya tenemos que involucrarnos con los objetivos de desarrollo sostenible que plantea la ONU y trabajar en esa línea, presentar informes adicionales de los impactos ambientales de las empresas y también la información de los impactos sociales de las diferentes actividades empresariales.
Entonces, así como se reducen las labores operativas, de teneduría de libros y diligenciamientos de impuestos, aparece una reorientación a la información de contabilidad de gestión, ambiental y social.
¿Amenazas? Tal vez, pero también grandes oportunidades de reinventar nuestra profesión y de estar a la altura de los cambios que han generado las nuevas tecnologías, por un lado, y la reciente situación, el tema del coronavirus que traerá efectos impredecibles, pero que solo los más preparados y que hayan dicho “cambio lo más rápido posible” y se sintonicen con las nuevas exigencias, solo ellos podrán salir adelante.
CP Luis Raúl Uribe Medina.
Líder Uribe y Asociados Consultores SAS