OCDE indica que las economías de los países de la región deberán fortalecer el papel de los sistemas tributarios para estimular el desarrollo económico inclusivo.
Recaudación de impuestos clave, como el impuesto de renta personal, continúa siendo limitado y, a su vez, una fuente de vulnerabilidad.
OCDE indica que las economías de los países de la región deberán fortalecer el papel de los sistemas tributarios para estimular el desarrollo económico inclusivo.
Recaudación de impuestos clave, como el impuesto de renta personal, continúa siendo limitado y, a su vez, una fuente de vulnerabilidad.
Los ingresos tributarios en América Latina y el Caribe –ALC– alcanzaron 23,1 % del PIB en promedio en 2018, según el más reciente reporte de Estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe, publicado el 7 de mayo por la OCDE.
«Sin embargo, el aumento de la carga tributaria se ve amenazado como resultado del deterioro de las perspectivas fiscales de la región, por culpa de la pandemia originada por el COVID-19, que ha conllevado a una crisis económica mundial», indica la entidad.
Por una parte, el incremento de 0,4 puntos porcentuales desde 2017 es el nivel más alto de ingresos tributarios jamás registrado en la región. Sin embargo, la carga tributaria en América Latina y el Caribe se mantiene muy por debajo del promedio de la OCDE, que fue del 34,3 % en 2018.
«En este contexto, la capacidad de la región para financiar bienes y servicios públicos y para amortiguar los choques económicos sigue siendo limitada», afirma la OCDE.
Si bien los ingresos tributarios en las economías de ALC registraron un mayor dinamismo en 2018, «la región enfrentó posteriormente a importantes vientos en contra, que se intensificaron como resultado de la pandemia del COVID-19».
Aunque la dinámica de la demanda interna y externa impulsó la recaudación tributaria en 2018, las condiciones económicas en la región se deterioraron en 2019 debido, en gran medida, a una disminución en los precios de las materias primas.
Los ingresos fiscales provenientes de la exploración y extracción de petróleo crudo y gas natural en los principales productores de la región aumentaron de 2 % en el PIB en 2017 a 2,7 % en 2018, pero se estima que habrán caído a 2,5 % en 2019, tendencia que se ha intensificado en 2020 por el colapso de los precios del petróleo.
El informe indica que la generación limitada de ingresos tributarios en ALC restringe el espacio para el gasto en servicios públicos, incluida la salud, y plantea cuestionamientos sobre cómo los países financiarán las medidas de protección social de emergencia para responder a la pandemia del COVID-19.
«Las debilidades de los sistemas administrativos para gestionar instrumentos fiscales como impuestos y transferencias, en comparación con los de los países de la OCDE, reducen la gama de herramientas disponibles para que la región responda eficazmente a la crisis», indica el informe.
La recomendación de la entidad, mirando al futuro, es que las economías de los países de la región deberán fortalecer el papel de los sistemas tributarios para estimular el desarrollo económico inclusivo y, en el largo plazo, encauzar sus finanzas públicas hacia una base más sostenible.
«Aunque la estructura tributaria de la región se ha acercado a la de los países de la OCDE como resultado de una mayor recaudación de impuestos directos y una reducción en los gravámenes arancelarios, la recaudación de impuestos claves, como el impuesto de renta personal, continúa siendo limitado y a su vez una fuente de vulnerabilidad», analiza el reporte.
Frente al impuesto de renta, su recaudo en la región en 2017 (2,2 % del PIB) se situó muy por debajo del nivel en los países de la OCDE (8,3 %), mientras que las contribuciones a la seguridad social se ubicaron en 4,0 % del PIB en 2017, en comparación con el 9,1 % de los países de la OCDE.
Al mismo tiempo, la región depende del impuesto al consumo, lo que reduce el poder redistributivo de los sistemas tributarios y limita el espacio para afrontar las vulnerabilidades en un contexto donde las desigualdades persistentes han sido un factor importante detrás del malestar social en toda la región en los últimos tiempos.