Para Humberto Fernández Paz, se debe poner la lupa en la actualización del Código de Comercio.
Héctor Jaime Correa piensa que, como parte de la modernización de la contaduría, se deben implementar manuales de Normas Internacionales de Control de Calidad.
Para Humberto Fernández Paz, se debe poner la lupa en la actualización del Código de Comercio.
Héctor Jaime Correa piensa que, como parte de la modernización de la contaduría, se deben implementar manuales de Normas Internacionales de Control de Calidad.
Humberto Fernández Paz, contador público con más de 30 años de experiencia en la práctica contable, consultoría, auditoría empresarial y aseguramiento, y actual presidente encargado del INCP, afirma en #CharlasConActualícese que nuestra profesión debe estar alineada con el futuro.
«Las Normas Internacionales no se hacen en Colombia, pero deben ser aplicadas en nuestro país. Estas son una vía y una forma para que las empresas, a través de los contadores públicos, ofrezcan transparencia y claridad», explica.
Para él, los contadores públicos deben tener una nueva dinámica para impactar en la sociedad financiera contable del sector privado y público.
Además, «los contadores debemos ser más agresivos mentalmente y mucho más participativos de la economía nacional. Hay que dejar un poco la pasividad», advierte.
Desde su punto de vista, en la profesión contable se debe analizar y estudiar la cantidad de información y funciones que se han dispuesto sobre los revisores fiscales.
«Esta figura debe pensar más hacia lo que es el aseguramiento. El revisor fiscal aplica muchos temas de cumplimiento y temas que no le corresponden, pero que las entidades reguladoras, con el tiempo, le han ido adicionando. Si no hay un pronunciamiento por esto, debemos protestar de la manera más sana», dice Fernández Paz.
Está claro que la idea es que las entidades reguladoras no tomen al revisor fiscal como un oficial de cumplimiento, porque muchos temas que maneja no son de su competencia.
Adicionalmente, asegura que se debe poner lupa en la actualización del Código de Comercio.
«Estamos inmersos en las Normas Internacionales de Información Financiera, pero con un Código de Comercio obsoleto», puntualiza.
Sobre los profesionales contables que opinan que las multinacionales de auditoría quieren monopolizar la contaduría y la auditoría, aunque Fernández Paz dice que esa opinión es respetable, cree que lo que se debe buscar es trabajar en conjunto para alinearnos frente a los cambios alrededor de la profesión.
Héctor Jaime Correa, contador público, vicepresidente primero de la Asociación Interamericana de Contabilidad y presidente del Centro de Contadores Públicos de Manizales, manifestó en #CharlasConActualícese que hay muchos aspectos de la Ley 43 de 1990 que con el paso del tiempo se han quedado estancados.
«La contaduría pública está catalogada como una de las cinco profesiones de mayor riesgo en todo el mundo, aspecto que hay que tener en cuenta al ejercer nuestra profesión. Este alto riesgo está relacionado con dos aspectos: la fe pública y la responsabilidad social empresarial», explica.
La contaduría es un servicio público, y así debe quedar establecido en la modernización de la profesión.
«Aquí entra en juego la correcta aplicación de la NICC 1. En este punto, la JCC viene evaluando si se está aplicando bien, así como el control de calidad», afirma.
Como sugerencia, se podrían implementar manuales de Normas Internacionales de Control de Calidad como parte de la modernización de la profesión.
Sobre la conformación de una colegiatura, Correa afirma lo siguiente:
«Ojalá todas las agremiaciones nos pudiéramos unir en una sola, para lograr una gobernanza en la profesión. La idea es que la JCC y el CTCP sean absorbidos por la colegiatura y sea la misma profesión la encargada de regular y autorregularse, como ocurre en otros países».
Explica que esta debería contar con tres áreas:
i. un área de registro de los profesionales contables, que hoy lo hace la JCC;
ii. un tribunal de regulación de una normativa que reemplazaría al CTCP; y
iii. otra área que sería una especie de tribunal disciplinario de la JCC.
«Esta debe ser una entidad constituida por contadores públicos, no como pasa con la JCC, donde la mayoría de sus componentes son abogados», puntualiza.