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Consideraciones éticas que pueden poner en «jaque» a los contadores en medio de la pandemia

Para IFAC, contadores no pueden considerar, en medio de la recuperación económica, prácticas y juicios que atenten contra la competencia profesional.

Es prioridad cumplir con los principios fundamentales del Código de Ética, como la integridad, objetividad, competencia profesional y debido cuidado.

Fecha de publicación: 19 de mayo de 2021
Consideraciones éticas que pueden poner en «jaque» a los contadores en medio de la pandemia
Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Para IFAC, contadores no pueden considerar, en medio de la recuperación económica, prácticas y juicios que atenten contra la competencia profesional.

Es prioridad cumplir con los principios fundamentales del Código de Ética, como la integridad, objetividad, competencia profesional y debido cuidado.

Los contadores públicos por más de un año han demostrado gran capacidad de recuperación. Sin embargo, a medida que los países avanzan hacia un futuro más esperanzador, los desafíos éticos que enfrenta la profesión contable y las partes interesadas están lejos de terminar. Este es el argumento planteado por el IFAC en su análisis 5 Ethics Challenges that Will Intensify as the Pandemic Wanes (5 desafíos éticos que se intensificarán a medida que mengua la pandemia):

A medida que la pandemia se desvanece, muchas entidades querrán demostrar su potencial publicando victorias rápidas y una recuperación acelerada. Otros continuarán navegando por las complejidades de los esquemas de apoyo del gobierno y, a medida que disminuyan, algunas entidades se encontrarán al borde de la insolvencia.

“contadores deben anticipar un período continuo de mayor incertidumbre y priorizar aún más sus responsabilidades éticas”

Por lo anterior, los contadores deben anticipar un período continuo de mayor incertidumbre y priorizar aún más sus responsabilidades éticas.

Para la entidad existe una serie de consideraciones éticas que someterán a presión a los contadores públicos y auditores durante este período de recuperación. El análisis afirma:

Enfrentar estas condiciones simultáneamente exige un enfoque renovado en la dinámica que existe en la relación entre los profesionales de la contabilidad y las entidades que enfrentarán circunstancias extraordinarias durante al menos los próximos años.

Presión por una recuperación económica desigual: contadores deben ser ágiles pero comprometidos con el Código de Ética

Cada entidad, sector y país emergerá de esta crisis global de forma diferente. Para muchos contadores la aceleración de la aplicación de las vacunas podría significar trabajar de nuevo en las oficinas y servir a sus clientes de una forma diferente. Según advierte IFAC:

La verdad es que incluso cuando una economía se reabre por completo, es probable que haya al menos entre 12 y 18 meses de reconstrucción y ponerse al día. Durante este tiempo de progresión profundamente desigual los contadores profesionales estarán bajo una gran presión.

La pandemia creó oportunidades para el comportamiento poco ético. La recuperación desigual podría generar más oportunidades:

En el contexto de las auditorías de estados financieros, las presiones del cliente y del panorama rápidamente cambiante durante la recuperación pueden pesar sobre los juicios y decisiones con respecto al uso de procedimientos de auditoría no tradicionales, sin tener en cuenta los principios fundamentales de objetividad y competencia profesional y el debido cuidado.

Sin dejar de ser ágiles, los contadores públicos deben seguir cumpliendo con el Código de Ética, incluida la aplicación de su marco conceptual en estas situaciones atípicas.

Auditores deben considerar cuidadosamente las cuestiones de independencia y familiaridad

En los próximos meses los auditores deberán equilibrar multitud de variables inesperadas. Es probable que las demandas de los clientes aumenten y fluctúen ampliamente. Se pedirá a las firmas de auditoría que hagan cosas, formal e informalmente, para apoyar y asesorar a sus clientes.

Es imperativo que los auditores continúen reconociendo que la prestación de un servicio que no proporciona un grado de seguridad a un cliente de auditoría, incluido el asesoramiento o las recomendaciones, puede crear problemas de independencia y aumentar las presiones éticas.

Por ejemplo, los auditores deben ser conscientes de la presión que tendrán para hacerse los de la vista gorda, actuar sin el debido cuidado, asumir inadvertidamente una responsabilidad administrativa para un cliente de auditoría o brindar opiniones inapropiadas sobre la viabilidad de las operaciones comerciales y los activos que probablemente hayan fluctuado enormemente.

IFAC recomienda que la responsabilidad ética de cumplir con los principios fundamentales del Código de integridad, objetividad, competencia profesional y debido cuidado, así como el comportamiento profesional, debe seguir siendo una prioridad.

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