Utilizar servicios a través de computación en la nube implica que se realicen tratamientos de datos personales.
La computación en la nube no debe generar una reducción de la privacidad ni de la protección de datos.
Superindustria entrega una serie de recomendaciones para proteger los datos personales.
Utilizar servicios a través de computación en la nube implica que se realicen tratamientos de datos personales.
La computación en la nube no debe generar una reducción de la privacidad ni de la protección de datos.
Superindustria entrega una serie de recomendaciones para proteger los datos personales.
En la guía Recomendaciones para el tratamiento de datos personales mediante servicios de computación en la nube, publicada por la Superintendencia de Industria y Comercio –SIC–, se establecen los principales aspectos a tener en cuenta cuando se utilizan servicios de computación en la nube desde la perspectiva de la regulación sobre el tratamiento de datos personales.
La computación en la nube o cloud computing es una alternativa mediante la cual las organizaciones pueden obtener a través de Internet diversos recursos y servicios informáticos.
El uso de dichos servicios implica que se realicen tratamientos de datos personales porque, según el caso, podría efectuarse, entre otras, almacenamiento, circulación (nacional o transfronteriza) o uso de esa información.
La guía indica que durante la edición 34 de la Conferencia Internacional de Autoridades de Protección de Datos y Privacidad se recomendó lo siguiente sobre computación en la nube:
Es fundamental adoptar medidas tecnológicas, humanas, administrativas, físicas, contractuales y de cualquier otra índole para garantizar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de los datos personales y que, entre otras, cumplan los siguientes objetivos:
Es necesario que los responsables o encargados que contraten los servicios de computación en la nube prevean estrategias pertinentes y eficientes para garantizar el cumplimiento de los principios sobre tratamiento de datos.
Los responsables o encargados que contraten servicios de computación en la nube deben garantizar los derechos de los titulares de los datos.
Desde hace algunas décadas se ha sostenido que la confianza es un factor crucial para el crecimiento y consolidación de cualquier actividad realizada a través del uso de las tecnologías, lo cual ha sido reiterado al establecer que “las actividades continuas de creación de confianza deben ser una de las prioridades estratégicas más importantes para cada organización».
La confianza se entiende como la credibilidad que ofrece un tercero por las garantías ofrecidas en los servicios que presta. Cuando existe confianza la persona cree que la empresa es fiable, cumple su palabra, es sincera, íntegra y cumple con las acciones prometidas.