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Constitución Política de Colombia de 1991: 30 años de su promulgación

La Constitución Política de Colombia de 1991 fue el resultado de un consenso entre diferentes sectores políticos y sociales representados en la Asamblea Nacional Constituyente. A través de esta se establecieron artículos muy importantes donde se crearon acciones constitucionales garantistas.

Fecha de publicación: 2 de agosto de 2021
Constitución Política de Colombia de 1991: 30 años de su promulgación
Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Fue exactamente la noche del 4 de julio de 1991 cuando en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional se firmaba y entregaba a Colombia la nueva carta magna que empezó a tener vigencia a partir del 7 de julio del año en mención. La Gaceta Constitucional, en su número 114, promulgó por primera vez la nueva Constitución Política de la República de Colombia. Entre los constituyentes se encontraban Horacio Serpa, Álvaro Gómez, el ex presidente de la República Cesar Gaviria y 75 constituyentes más que hicieron parte de dicho momento histórico. Pero ¿cuáles fueron las causas para que se promulgara una nueva constitución en nuestro país?

A finales de los años 80 Colombia atravesaba una grave crisis coyuntural originada por una gran ola de violencia a causa de los grupos al margen de la ley, el narcotráfico, la corrupción, la desinstitucionalización y la desigualdad que habían convertido al país en un campo de batalla y dejó miles de víctimas, entre ellas algunos aspirantes presidenciales de aquella época. Esta máxima expresión de violencia afectó gravemente a toda la población colombiana, en especial a la más vulnerable.

Ante tanta criminalidad, ciudadanos y, en especial, estudiantes universitarios (muchos de ellos gravemente afectados por la muerte de Luis Carlos Galán en 1989), en busca de una reforma constitucional que se adaptara a las circunstancias sociales de aquel tiempo y haciendo uso de los mecanismos legales de la época, decidieron empezar a convocar un movimiento ciudadano conocido como “la séptima papeleta” que dio como resultado un momento sin precedentes en el país.

Para las elecciones del 11 de marzo de 1990, en las cuales se elegirían mediante seis papeletas (una para cada elección) a senadores, representantes a la Cámara, diputados, concejales, alcaldes y al presidente de la Republica, apareció una histórica séptima papeleta mediante la cual, a través de un plebiscito, se buscaba votar por una Asamblea Constituyente que reformara la Constitución de 1886.

Dicha Asamblea fue aprobada plebiscitariamente durante el gobierno de Virgilio Barco; posteriormente, el 9 de diciembre de 1990 se eligieron popularmente a 70 constituyentes, otros dos fueron elegidos por el presidente de la República de aquella época para que representarán al EPL y otros dos más en representación de los ex guerrilleros del Quintín Lame y PRT. Dicha Constituyente fue convocada mediante un decreto ejecutivo que finalmente fue aprobado por la Corte Suprema de Justicia.

Es importante mencionar que a esta Constituyente le antecede la “desmovilización” del grupo subversivo M-19, del cual hacía parte el hoy senador Gustavo Petro y la cual tuvo beneficios políticos para sus miembros, incluso el exguerrillero Antonio Navarro estuvo presente en la firma de esta carta magna.

La Constitución de 1991 fue el resultado de un consenso entre diferentes sectores políticos y sociales representados en la Asamblea Nacional Constituyente. A través de dicha Constitución se establecieron artículos muy importantes donde se crearon acciones constitucionales garantistas, tales como la acción de tutela, la cual es una acción constitucional que permite la protección de los derechos fundamentales cuando han sido vulnerados o están siendo amenazados ya sea por la acción u omisión de cualquier autoridad pública o por un particular; también se incluyó la acción de cumplimiento, el derecho de petición, se reconoció la acción popular; se creó la Corte Constitucional, también la Fiscalía General de la Nación, el Consejo Superior de la Judicatura y la Defensoría del Pueblo; se estableció que los gobernadores fueran elegidos popularmente, entre otras cuestiones.

Sin embargo, pese a lo anterior, la nueva Constitución tiene tantas enmiendas que refleja la posible existencia de una inestabilidad institucional pues, hoy en día, ha sido reformada 56 veces, evidenciando que poco a poco se ha ido desmantelando el contenido original de la Constitución de 1991, y pareciera que dicha carta magna, con el paso del tiempo, se ha ido acomodando conforme a los intereses políticos de unos cuantos.

Lizeth Mayerli Navarro Contreras
Abogada