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Cambio climático y economía

Un modelo de crecimiento económico sustentable requiere sensibilización e integración entre el sector público y el privado.

En esta opinión se concentran varios puntos importantes para entender la relación entre la economía y el cambio climático.

Fecha de publicación: 6 de octubre de 2021
Cambio climático y economía
Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Los efectos del calentamiento global se vienen sintiendo en todos los rincones del planeta. Si no se actúa y se toman medidas adecuadas que permitan minimizar riesgos, las consecuencias a futuro serán desastrosas.

El cambio climático es una realidad que no puede pasar desapercibida por los Gobiernos; los compromisos establecidos en el Acuerdo de París y en el Protocolo de Kioto deben cumplirse sin dilaciones y en estricto orden para alcanzar las metas trazadas en la reducción de emisión de gases de efecto invernadero.

Estructuras fiscales que incluyan tributos para la protección del medio ambiente (impuesto al carbono) son necesarias y no pueden ser consideradas como un freno a la inversión.

Los impuestos equitativos y graduales por actividades económicas que garanticen el financiamiento de programas ambientales a nivel nacional y territorial tienen que ser evaluados e incluidos en el presupuesto de rentas, al igual que la implementación de estrategias e iniciativas para acercarnos al concepto de economía verde.

Normas, leyes y estándares mundiales tienen que ser repensados y actualizados, atendiendo aspectos sociales y económicos donde los efectos del cambio climático también tienen incidencia.

El debate relacionado con los productos verdes toma fuerza a nivel internacional, se convierte en impulsor de nuevas formas de negocios generadoras de beneficios en el entorno empresarial y ambiental. Es necesaria una transformación en la producción de bienes y en la prestación de servicios que se traduzca en consumo sostenible.

Las organizaciones empresariales, más que una responsabilidad social, están en la obligación de cuantificar el impacto que produce su actividad económica en términos ambientales; mejorar los procesos y establecer políticas internas alineadas con las prácticas mundiales generaría utilidades y beneficios más allá de lo financiero.

El desarrollo del objeto social demanda visión holística, capacidad de innovación y reinvención, utilización de tecnología de punta y un equilibrio con el entorno para los usuarios internos y externos.

Los estragos producidos por la pandemia no han permitido el desarrollo de proyectos que impulsarían la senda de crecimiento del país. Sin embargo, en un escenario pospandemia se vislumbran inversiones en la producción de hidrógeno verde que impulsarían la generación de empleo y contribuirían a la recuperación económica.

La relación producir-consumir no puede ser concebida sin la preservación del medio ambiente. Avanzar hacia un modelo de crecimiento económico sustentable requiere sensibilización e integración entre el sector público y el privado.

Roberto Carlos Torres Aguas
Contador público