Para Myriam Stella Gutiérrez Argüello, socia de Impuestos y Servicios Legales de KPMG Colombia, si se busca un sistema de IVA plano con una tarifa general sobre los bienes y servicios se debe crear un mecanismo de compensación o devolución del impuesto que pagan los estratos más bajos.
Para Myriam Stella Gutiérrez Argüello, socia de Impuestos y Servicios Legales de KPMG Colombia, si se busca un sistema de IVA plano con una tarifa general sobre los bienes y servicios se debe crear un mecanismo de compensación o devolución del impuesto que pagan los estratos más bajos.
Myriam Stella Gutiérrez Argüello, socia de Impuestos y Servicios Legales de KPMG Colombia, afirma que la propuesta de una reforma estructural al impuesto sobre las ventas obliga a la pregunta básica de si el nuevo impuesto debe concebirse con un modelo de tarifa única o de tarifas múltiples o imposición selectiva en función del tipo de bien o servicio.
“Los impuestos deben considerar la capacidad de pago del contribuyente; sin embargo, desarrollar este principio en la tributación indirecta que recae sobre los bienes y no sobre las personas implica un esfuerzo adicional de la ley para lograr matizar la regresividad inherente a este tipo de imposición”, afirma Gutiérrez Argüello.
Para ella, si se pretende un sistema de IVA plano con una tarifa general sobre los bienes y servicios se debe crear un mecanismo de compensación o devolución del impuesto que pagan los estratos más bajos; “esto mediante la utilización de sistemas de transferencias, lo que implica una fuerte modernización del actual sistema de devoluciones de la DIAN y una mayor cobertura de nuestro sistema bancario”.
De no acogerse la tarifa única, afirma la socia de Impuestos y Servicios Legales de KPMG Colombia, el mecanismo viable para mejorar el recaudo del IVA, sin vulnerar el principio de capacidad de pago, es la imposición selectiva sobre una base ampliada para bienes, servicios e intangibles, que exencione las exportaciones y limite las tarifas diferenciales estrictamente para los bienes de la canasta familiar, los servicios esenciales como salud, educación, agricultura y los servicios públicos, lo cual si bien implica una complejidad al sistema, le imprime un principio de equidad.
“Bajo cualquiera de los dos sistemas mencionados, el proyecto debe considerar la no sujeción del IVA para la compra de bienes de capital o la aplicación de su descuento total en la cuenta corriente del IVA, dado el impacto negativo que tiene sobre la inversión y competitividad del país”, concluye Gutiérrez Argüello.
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