Desde el punto de vista del IAASB, en el entorno actual no solo importa el tamaño de una empresa; también la complejidad de las mismas, cuando a la hora de aplicar las Normas Internacionales de Auditoría se trata. ¿De qué forma se debe abordar la auditoría de una entidad menos compleja?
Desde el punto de vista del IAASB, en el entorno actual no solo importa el tamaño de una empresa; también la complejidad de las mismas, cuando a la hora de aplicar las Normas Internacionales de Auditoría se trata. ¿De qué forma se debe abordar la auditoría de una entidad menos compleja?
El 12 de junio de 2019 el IAASB publicó en español (y para comentarios) el documento de consulta titulado: Auditorías de entidades menos complejas: explorando posibles opciones para abordar los desafíos en la aplicación de las Normas Internacionales de Auditoría –NIA–.
En el documento, y desde el punto de vista de la entidad, aunque los desafíos de la aplicación de las Normas Internacionales de Auditoría –NIA– se han dado por las dificultades experimentadas en auditorías de entidades de pequeñas dimensiones, para el IAASB es apropiado centrarse en la complejidad de la compañía y no en su tamaño.
¿La razón? Como el documento lo indica: «Esto se debe a que en el entorno actual no solo tiene que ver el tamaño; puede haber entidades que son más pequeñas pero que se pueden considerar complejas, y puede haber otras entidades que no se considerarían más pequeñas, pero se considerarían menos complejas».
Para el IASSB existen características cualitativas que podrían atribuirse a una entidad menos compleja, como son:
«Las anteriores características cualitativas no son exhaustivas, no son exclusivas de entidades de pequeña dimensión; y las entidades de pequeña dimensión no necesariamente muestran todas estas características», indica el documento.
El impacto en la forma como se realizan las auditorías de las entidades menos complejas podría crear nuevos desafíos. Específicamente, los aumentos en la longitud y el detalle de las NIA pueden:
Lo anterior puede llevar potencialmente a una reducción en la calidad de la auditoría, ya que podría afectar la forma en que el auditor aplica las normas.
«El IAASB siempre ha tenido en cuenta la necesidad de que las NIA sean aplicables a todas las entidades, desde aquellas cuya naturaleza y circunstancias son más simples y más directas (entidades menos complejas), hasta aquellas entidades donde la naturaleza y las circunstancias son más complejas», publica el documento.
Además, el entorno está en constante evolución, lo que está impulsando cambios en las NIA, y puede hacer que sean más difíciles de aplicar a las auditorías de las entidades menos complejas.