Muchas auditorías internas se están realizando a través de reuniones virtuales. Se debe solicitar documentación electrónica y pruebas.
Se recomienda adoptar y/o aumentar el uso de nuevas tecnologías para realizar el trabajo (Teams, Zoom o Skype), reuniones, talleres y capacitaciones virtuales.
Muchas auditorías internas se están realizando a través de reuniones virtuales. Se debe solicitar documentación electrónica y pruebas.
Se recomienda adoptar y/o aumentar el uso de nuevas tecnologías para realizar el trabajo (Teams, Zoom o Skype), reuniones, talleres y capacitaciones virtuales.
En el documento Consideraciones de auditoría interna en respuesta al COVID-19 Deloitte describe una serie de consideraciones clave que deben ser tenidas en cuenta por los equipos de auditoría interna, dada la interrupción de los negocios causada por el COVID-19.
Las recomendaciones pueden ser aplicadas hoy por hoy, en medio de la pandemia, y una vez haya pasado la crisis.
Las funciones de auditoría interna deberán considerar puntos como:
Para lograrlo, desde el punto de vista de Deloitte, las funciones de la auditoría interna deberán considerar:
El documento indica que las funciones de auditoría interna tienen que aprovechar la oportunidad para adoptar muchas de las prácticas que han funcionado de forma eficaz durante la “nueva normalidad”. Algunos ejemplos son el análisis de datos y el trabajo remoto, así como las videoconferencias.
Con lo anterior, las organizaciones tendrán beneficios continuos: eficiencia, menores gastos, mayor equilibrio en la vida laboral de los equipos de auditoría interna y reducción del impacto ambiental, a causa de menor cantidad de viajes.
«También existe la oportunidad de adoptar un proceso de evaluación y planificación de riesgos que se repita de forma frecuente, y que permita una mayor flexibilización en la forma de implementar recursos en el futuro», afirma Deloitte.
Es un hecho que la auditoría interna no será la única que experimente modificaciones derivadas del COVID-19. El negocio de toda organización no será el mismo en comparación con lo que fue meses atrás.
«Es probable que exista más trabajo a distancia, menos viajes, mayor uso de la tecnología y muchos otros cambios, como por ejemplo el cierre de puntos físicos de venta, la presión para adoptar los canales digitales, el abordamiento de otros cambios fundamentales y permanentes, en el comportamiento de los clientes y el cambio en los enfoques normativos», explica Deloitte.
La auditoría interna necesitará considerar estas transformaciones y el impacto en su enfoque futuro.