El exdirector de la DIAN, Horacio Ayala, le dijo a Actualícese que con la reforma tributaria que viene en camino los colombianos deben prepararse para un incremento en los tributos y eventualmente en los precios, porque las empresas suelen trasladar a los consumidores las mayores cargas.
El exdirector de la DIAN, Horacio Ayala, le dijo a Actualícese que con la reforma tributaria que viene en camino los colombianos deben prepararse para un incremento en los tributos y eventualmente en los precios, porque las empresas suelen trasladar a los consumidores las mayores cargas.
Esta semana el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, afirmó que la reforma tributaria estructural se presentará y radicará en el Congreso de la República cuando esté lista y por ahora no se le puede poner una fecha; de igual manera aseguró que hay temas que todavía generan controversia entre diversos gremios, como la propuesta de la Comisión de Expertos que plantea que se debe suprimir el impuesto de renta como lo conocemos hoy y acabar con el impuesto sobre la renta para la equidad –CREE–. Dialogamos con Horacio Ayala, exdirector de la DIAN, sobre ciertos puntos que han causado críticas alrededor de este tema.
Sin duda pueden presentarse incrementos de los precios, aumentando de esta manera la creciente inflación. Por otra parte, estos efectos se pueden reducir en aquellos productos que no causan el impuesto, pero que llevan implícito el IVA sobre las materias primas y los servicios incorporados para su elaboración. El riesgo, por supuesto, es que se aproveche esta coyuntura para incrementar los precios de los productos básicos, en momentos en que coinciden además los fenómenos de inflación y devaluación.
Con base en la experiencia no se puede esperar que los paraísos fiscales cambien de manera importante sus costumbres, pero el Estado puede tomar medidas útiles y efectivas contra la evasión, como por ejemplo gravar todos los bienes que estén en Colombia, sin consideración a la calidad del dueño o a su residencia. Para este efecto debe eliminarse la excepción para declarar renta a los no residentes.
Seguramente se incrementa el impuesto de renta para las clases media y baja en la medida que existe la tendencia a reducir los umbrales y eliminar exenciones. Confiemos que a cambio se graven rentas de capital hasta ahora excluidas, como los dividendos, y se creen mecanismos para evitar la evasión de otras, como los rendimientos financieros ocultos y los arrendamientos de bienes suntuarios de propiedad de personas naturales o sociedades fantasmas.
Si nos atenemos a las recomendaciones de la Comisión de Expertos, las cargas tributarias deben nivelarse mediante la eliminación de las innumerables perforaciones que tiene el sistema. El régimen actual muestra tarifas muy altas, pero en la práctica las pagan muy pocos. Racionalizando el sistema se debe conseguir que el impuesto en las sociedades sea plano, pero que lo paguen todas las empresas. La duda es si, como de costumbre, las presiones políticas son superiores a la técnica y a las buenas intenciones.
Deben prepararse para un incremento en los tributos y eventualmente en los precios, porque las empresas suelen trasladar a los consumidores las mayores cargas.