Aunque la Ley de reforma tributaria 1819 de 2016 no aumentó explícitamente la tasa contributiva ni retiró los beneficios tributarios de las rentas de pensiones, los cambios realizados a la tarifa de renta presuntiva podrían aumentar la responsabilidad fiscal de los pensionados.
Aunque la Ley de reforma tributaria 1819 de 2016 no aumentó explícitamente la tasa contributiva ni retiró los beneficios tributarios de las rentas de pensiones, los cambios realizados a la tarifa de renta presuntiva podrían aumentar la responsabilidad fiscal de los pensionados.
Con los cambios efectuados al Estatuto Tributario a partir de la Ley 1819 de 2016, correspondiente al impuesto sobre la renta de las personas naturales, las categorías de empleados, trabajadores por cuenta propia y otros, desaparecen. A partir del 1 de enero de 2017 se aplicará un nuevo sistema de cedulación, el cual está dividido en rentas laborales, rentas de capital, rentas no laborales, rentas de pensiones y dividendos y participaciones, aplicando una tarifa especial para cada una de ellas.
Por su parte, se consideran rentas de pensiones a los ingresos percibidos, como su nombre lo indica, por pensiones, incluso las de sobrevivientes y sobre riesgos laborales. Adicionalmente, se incluyen los ingresos por indemnizaciones sustitutivas de pensiones y devoluciones de saldos de ahorro pensional.