Estimados colegas, me he tomado el trabajo de recopilar todo lo que hemos escrito en relación al Día del Contador, comenzando por lo malo y lo feo, y resaltando lo bueno de nuestra querida profesión; aquí se los comparto.
En nuestros trabajos de Auditoría es importante manejar los temas técnicos, sin embargo, igual de importante es la imagen que proyectemos en nuestros clientes. Proyectar una buena imagen nos permitirá mantener buenas relaciones con nuestro cliente y la posibilidad de conseguir nuevos negocios. Una buena imagen es la combinación tanto de la parte interior como de la parte exterior de una persona. Ser amable, educado, inteligente, agradable y vestir de forma elegante nos proyectará como profesionales integrales. Nosotros somos la imagen de nuestro negocio.
A raíz del mes del Contador Público en Colombia se escuchan análisis de la profesión, voces críticas de lo malo y lo feo de la misma, voces emocionadas y a veces “utópicas”, afirmando que es prácticamente una panacea, la mejor profesión, etc., etc. Ni lo uno, ni lo otro.
Luis Alfredo Caicedo Ancines fue contador público, socio director y fundador de la firma Baker Tilly International para Colombia; trabajó por la profesión como ninguno. Fue patrocinador de los primeros trabajos de diagnóstico sobre Estándares Internacionales de Información Financiera en Colombia.
Dentro del proceso de planeación de la Revisoría Fiscal o Auditoría se debe incluir un análisis del rendimiento del negocio de nuestro cliente para identificar riesgos que en nuestro análisis del ambiente externo, de la industria e interno de la organización, no fueron identificados y que pueden tener un impacto significativo en los estados financieros.
En un día similar se reunieron unos visionarios, Quijotes, líderes de nuestra querida profesión y desde allí quedó la costumbre para seguirlo celebrando en una fecha muy complicada para los contadores, pues son de los meses más ocupados y con gran carga.
Los asesores tributarios, contadores, revisores fiscales y en general quienes responden por la planeación y pago del impuesto sobre la renta en las empresas, tienden a minimizar los problemas derivados de las retenciones en la fuente a favor, incluso cuando son autorretenedores, y casi nunca solicitan conciliaciones de esta cuenta antes de elaborar las declaraciones tributarias, o mejor al momento del cierre contable y fiscal, en este caso del 2015.
Los contadores en medio de tantas tareas van acumulando gran cantidad de estrés, tensiones y sobrepesos, por lo cual sufren problemas de presión alta, se incrementa el colesterol y los triglicéridos, y demás factores que afectan la salud, lo cual disminuye la calidad de vida.
Recordemos que los riesgos de negocio son aquellos que pueden llegar a impedir que la compañía cumpla con sus objetivos (operacionales, cumplimiento e información financiera confiable); se generan en tres ambientes: externo de la organización, de la industria de la organización e interno de la organización.
La responsabilidad del profesional de la contaduría en ejercicio, como auditor independiente a través de la figura de la revisoría fiscal es amplia; pero en los casos de empresas que tienen contratación pública, los revisores fiscales deberán tener unos papeles de trabajo muy bien estructurados en el tema de fraude y error y en el cumplimiento legal de lo exigido en el numeral 5 del artículo 26 de la Ley 43 de 1990.