Las reflexiones sobre la conveniencia de las normas de contabilidad y de información financiera no deberían limitarse a los asuntos financieros.
Además, la posición del CTCP no investiga el efecto que podría tener una norma, parapetándose en la falta de comentarios que no ha sabido promover.
En su borrador, la Supersociedades propuso derogar las normas del Código de Comercio que tratan de los libros de comercio y reemplazarlas por una que remitiría a los desarrollos de la Ley 1314 de 2009. Varios miembros de la respectiva mesa rechazaron la sugerencia y propusieron un texto alternativo.
Si la información está adecuadamente preparada puede servir tanto para supervisar la conducta de los administradores como para decidir si se hace, mantiene o retira una inversión de la compañía. Cuando una persona invierte en el capital de una sociedad tiene interés en conocer su comportamiento.
Una firma pequeña o mediana puede hacer trabajos de altísima calidad, pues esto no depende del tamaño de la empresa. Cualquiera que quiera distinguirse como prestador de servicios contables debe contar con personal competente, que actúe con diligencia y apoyado en una infraestructura adecuada.
En Colombia estamos llenos de diagnósticos y múltiples propuestas para enfrentar cada uno de los problemas que afectan la productividad, la inclusión y el desarrollo sostenible. Pero nos falta decisión para actuar como sociedad y no seguir tolerando lo que a todas luces es intolerable.
Cuando leemos propuestas que son reiteración de los textos actuales, con algunas mejoras tomadas de discusiones previas, nos queda claro que sus autores no conocen, o si conocen no dan efecto, a los grandes y graves problemas por los que atraviesa la contaduría pública colombiana.
El compromiso de los profesionales de la contabilidad para luchar contra la corrupción y la delincuencia es mundial y general. La confidencia no es motivo válido para callarse; el silencio bien podría ser una forma de complicidad. Tiene que ser así debido a los intereses públicos, al orden público y al bien común.
La cancelación puede ser un castigo desproporcionado. Los errores cometidos en la relación con un cliente, por graves que sean, por sí solos no ameritan cancelar la inscripción de una firma de contadores. Este acto afecta a muchas personas y victimiza a clientes que no tienen nada que ver.
Con la presión de las autoridades la profesión contable ha perdido el norte. Se la pasa atendiendo a las Autoridades en lugar de reflexionar sobre las expectativas de los que participan en los diferentes mercados.
¿Cuánto tiempo debe dedicarse a una revisoría fiscal? Todos aceptamos que ello depende de la complejidad de la respectiva empresa. Esto debe ser evaluado antes de cotizar la prestación de servicios profesionales, cosa que algunos no hacen y que otros realizan con descuido. No se trata solo de firmar.