Existen muchos empresarios que presionan fuertemente a los revisores fiscales, para que sus informes no sean desfavorables. Siempre está la cuestión de conservar el contrato y, en algunos casos, las expectativas de mejores remuneraciones.
En un documento reciente, el Consejo Técnico de la Contaduría Pública dice: “(…) La presente orientación es de aplicación para revisores fiscales de entidades que no están clasificadas como grupo 1 (…)”, disposición que hemos censurado, por la falta de conocimiento de los argumentos que dieron lugar a ella.
No compartimos un derecho tributario que desconfía totalmente del contribuyente, por lo cual exige la repetida intervención del revisor fiscal, para que este resulte responsable de los datos enviados a la autoridad tributaria, la cual se abstiene de hacer comprobaciones.
Muchos auditores usan su influencia para motivar a terceros a establecer relaciones con un cliente. Son gestos de colaboración generalmente muy agradecidos, pero que ponen en duda su libertad o independencia, cuestionan su escepticismo y dan a entender que busca conservar su contrato de aseguramiento.
Se deben flexibilizar y ajustar las normas que rigen el mercado laboral, para que puedan hacerle frente a los retos de la nueva economía. Así mismo, una tarea que conduzca a garantizar que los incrementos del salario mínimo no superen la suma de la inflación y la productividad.
Miles de contadores son consejeros de negocios para muchísimas personas naturales que suelen poner toda su confianza en ellos. Es un trabajo que se recompensa también con cariño y respeto cuando se hace bien. Así como es usual ir al médico, nuestra cultura debería enseñar a ir donde el contador.
El 6 de agosto se expidió el Decreto 1422 de 2019, que reglamenta la devolución automática de saldos a favor. Lo curioso del decreto es que adicionó un requisito más para todas las solicitudes de devolución del impuesto de renta, incluso para las que no se tramitan a través de este mecanismo.
Un comité de auditoría es un instrumento importante siempre que esté conformado por personas competentes. Desafortunadamente, las personas no están preparadas para pensar como empresarios. Se tiene, además, la poca importancia que se da a la contabilidad como herramienta de desarrollo empresarial.
Todas las dimensiones de la empresa son susceptibles de proveer información contable, y en todas ellas los contadores pueden ayudar a tomar las mejores decisiones a partir del análisis de esa información, así como de sus respectivas prospecciones.
Es interesante la discusión que se presenta a la hora de definir las políticas contables y fiscales cuando se adquiere un activo fijo. Uno de los temas en los que se centra dicha discusión es la depreciación, que es la forma de reconocer la contribución de los activos fijos a la generación de ingresos.